August Corominas

Dr. August Corominas

August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Geoestrategia de las tierras raras», en el que aborda uno de los aspectos claves de la geopolítica actual y los nuevos polos de poder mundial. El académico ha compartido recientemente en esta publicación los artículos «El secreto de la longevidad en las ‘zonas azules'», «Atención a las caídas, de noche y de día», «La buena vida y la vida buena», «Vida biológica y vida cuántica», «Hospitales inteligentes», «Cosmonáutica y medicina espacial», «El maltrato y su gestión», «Biología cuántica», «El negro de Banyoles (bosquimano u hotentote)», «Polidactilia», «Adolescencia, edad crítica de la vida humana», «Las sirenas, ilusión de navegantes y hombres de mar», «Alimentación bíblica: alimentos puros y alimentos impuros», «Enfermedades raras», «Los famélicos en Gaza» , «Sexología en la adolescencia y en la somatopausia (andropausia y menopausia)», «Ciberataques, ciberguerra y ciberseguridad», «Refugiados» y «La maldad humana».  Además, es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.

Geoestrategia de las tierras raras

Los minerales de tierras raras (también conocidos como elementos de tierras raras o REE, por sus siglas en inglés, Rare Earth Elements) son un grupo de 17 elementos químicos que incluyen los 15 elementos lantánidos más el escandio y el itrio. Estos elementos son esenciales en la fabricación de muchos dispositivos electrónicos, imanes, baterías, y otras tecnologías avanzadas.

El término tierras raras tiene su origen en el siglo XIX, cuando estos minerales fueron primero identificados, pero no comprendidos completamente. En 1794, el químico sueco Carl Axel Arrhenius descubrió un mineral negro llamado ytterbita, que contenía una sustancia desconocida. Este mineral fue encontrado en la localidad de Ytterby, Suecia, de ahí el nombre de varios de los elementos, como el ytterbio y el terbio. En 1842, el químico suizo Friedrich Wöhler aisló el primer elemento de tierras raras, el cerio, a partir de un mineral llamado cerita.

Durante el siglo XIX se fueron descubriendo otros elementos de tierras raras. Sin embargo, a pesar de los avances, estos elementos se consideraban raros en el sentido de que eran difíciles de encontrar en concentraciones suficientes para ser de interés comercial o industrial. La primera identificación de un elemento de tierras raras, la ceria, fue seguida por el aislamiento de otros como el lantano y el neodimio.

A medida que avanzaba el siglo XX, el interés por los elementos de tierras raras creció, especialmente debido a su importancia en la electrónica y las tecnologías de defensa. En la década de 1960, con el auge de la tecnología de imanes permanentes y dispositivos electrónicos, comenzó una mayor explotación de estos elementos.

La década de 1980 fue fundamental para el crecimiento de la demanda de tierras raras, cuando su uso se disparó en la fabricación de imanes permanentes, baterías recargables, y especialmente en la industria de la electrónica de consumo. Elementos como el neodimio y el disprosio comenzaron a ser cruciales para la fabricación de discos duros, teléfonos móviles, y otros dispositivos.

A partir de la década de 1990, China comenzó a dominar la producción mundial de tierras raras. A principios de los años 2000, China controlaba más del 90% de la oferta mundial de tierras raras, lo que le otorgaba una gran influencia sobre los mercados internacionales y una ventaja estratégica. Esto se convirtió en un tema geopolítico, especialmente en el contexto de la cadena de suministro de dispositivos electrónicos y tecnologías avanzadas, y llevó a muchos países, incluidos Estados Unidos, Japón y la Unión Europea, a buscar alternativas para asegurar su suministro.

A pesar de la gran demanda de estos minerales, la minería y el procesamiento de tierras raras son procesos ambientalmente destructivos. Las minas de tierras raras generan grandes cantidades de residuos tóxicos y, a menudo, el proceso de extracción da lugar a graves impactos ambientales. En los últimos años, ha crecido el interés por encontrar métodos más sostenibles de extracción y reciclaje de tierras raras, así como por desarrollar fuentes alternativas, incluidos los esfuerzos para extraer estos elementos de fuentes no convencionales como los sedimentos marinos.

Usos principales de los minerales de tierras raras:

  • Electrónica: se usan en pantallas LCD, teléfonos móviles, televisores y computadoras.
  • Electromagnetismo: los imanes de neodimio son esenciales en motores eléctricos de alta eficiencia, discos duros y generadores de energía eólica.
  • Baterías: se emplean en baterías recargables, como las que se usan en vehículos eléctricos y dispositivos electrónicos portátiles.
  • Tecnología militar: se utilizan en sistemas de comunicación, radares y satélites.
  • Catalizadores: los elementos de tierras raras se utilizan en la refinación de petróleo y en catalizadores para vehículos.

Ucrania posee una cantidad significativa de minerales críticos y tierras raras esenciales para la tecnología moderna y las energías renovables. Según datos del gobierno ucraniano, el país alberga depósitos de 22 de los 34 minerales identificados como críticos por la Unión Europea, incluyendo tierras raras como lantano, cerio, neodimio, erbio e itrio.

Sin embargo, la explotación de estos recursos se ha visto obstaculizada por varios factores. Se estima que hasta el 53% del valor total de los minerales críticos ucranianos se encuentra en territorios ocupados por Rusia, principalmente en las regiones de Donetsk y Luhansk. La falta de inversión histórica en el sector minero de tierras raras ha resultado en una infraestructura insuficiente para la extracción y procesamiento de estos minerales. Asimismo, la extracción de tierras raras puede tener impactos ecológicos significativos, lo que requiere tecnologías de extracción sostenibles y evaluaciones ambientales rigurosas.

A pesar de estos desafíos, la creciente demanda global de minerales críticos ha llevado a Ucrania a explorar asociaciones internacionales para desarrollar su sector minero. Sin embargo, la viabilidad de tales proyectos depende de la estabilidad regional, inversiones en infraestructura y la implementación de prácticas de extracción responsables.

Conclusión:

La historia de los minerales de tierras raras refleja su descubrimiento y evolución de ser un elemento raro y de poco interés, a convertirse en una pieza clave en el desarrollo tecnológico mundial. Hoy en día, su importancia continúa creciendo debido a su papel fundamental en las tecnologías de energía limpia, electrónica y defensa. Sin embargo, el dominio de la producción de estos elementos por parte de ciertos países y los desafíos ambientales asociados con su extracción han generado una creciente preocupación y esfuerzo por parte de la comunidad internacional para diversificar su suministro y reducir el impacto ambiental.