
Dr. August Corominas
August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Adolescencia, edad crítica de la vida humana«, en el que aborda una etapa crucial en el desarrollo, tanto físico como psicológico. El académico ha compartido recientemente en esta publicación los artículos «La maldad de Putin» y «Nuevo apocalipsis y batalla de Armagedón», «Ser viejo o no», «Anti-Aging», «Grafeno: un elemento de gran futuro tecnológico», «Estadística de Hiroshima», «Vivir en la Luna», «La dieta mediterránea», «Can Ruti, historia de una ilusión», «El secreto de la longevidad en las ‘zonas azules'», «Atención a las caídas, de noche y de día», «La buena vida y la vida buena», «Vida biológica y vida cuántica», «Hospitales inteligentes», «Cosmonáutica y medicina espacial», «El maltrato y su gestión», «Biología cuántica» y «El negro de Banyoles (bosquimano u hotentote)» y «Polidactilia». Además, es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.
Adolescencia, edad crítica de la vida humana
La adolescencia es una de las etapas de mayor reto en el desarrollo del ser humano. Es un período dinámico, de renovación y de continuos cambios, de ahí su nombre derivado del latín «adolescere», que significa crecer, cambio o maduración.
Los términos adolescencia y pubertad tienen significados distintos. La pubertad es el período durante el cual el cuerpo adquiere las características adultas, mientras que la adolescencia se define como el tiempo en que la persona crece y se desarrolla psicológica, emocional y socialmente.
La adolescencia es probablemente, junto a la infancia, la etapa más importante de la vida. Como dice Mario Benedetti, «ver a tus hijos crecer y desarrollarse y que sean buenas personas: eso es tener éxito en la vida».
La adolescencia está considerada como una etapa nutricionalmente vulnerable debido principalmente a tres factores:
- Elevada demanda de nutrientes debido a que el crecimiento físico se encuentra acelerado (estirón puberal).
- El cambio de estilo de vida y de hábitos alimenticios en el adolescente afecta a la ingesta de nutrientes y sus necesidades.
- Demanda específica de nutrientes debido a situaciones comunes en los adolescentes (actividad física aumentada, embarazo, regímenes de adelgazamiento, consumo de alcohol y drogas o desarrollo de trastornos alimenticios).
Cambios que suceden durante la adolescencia y la pubertad
Fisiológicos:
La adolescencia se distingue por la rapidez y magnitud de cambios corporales que ocurren en un corto periodo de tiempo. La pubertad, el proceso biológico de la maduración reproductiva, afecta a cada órgano del cuerpo humano. Los principales cambios físicos son:
- El adolescente gana el 25% de su altura final y el 40% de su peso adulto.
- Hay cambios en la composición corporal de grasa y masa muscular y diferencias entre hombres y mujeres (las mujeres adquieren el doble de masa grasa).
- En los varones se duplica el tamaño del corazón, y en ambos sexos aumenta la presión arterial y disminuye la frecuencia del latido cardíaco.
- Aumenta la capacidad pulmonar y disminuye el número de respiraciones por minuto.
- El cerebro llega a su tamaño adulto y el electroencefalograma va cambiando las ondas lentas de los niños por las ondas rápidas de los adultos.
- El sistema linfático se agranda de manera transitoria durante la pubertad: los ganglios tienen el doble de tamaño a los 12 que a los 20 años.
- El sistema reproductivo entra en acción y hace posible el embarazo del adolescente.
El mayor porcentaje de crecimiento se gana durante el llamado estirón puberal o brote de crecimiento.
En general, las niñas empiezan la pubertad dos años antes que los niños, habitualmente entre los 10 años y 11 años. El comienzo de la pubertad está marcado por una mayor producción de hormonas sexuales (estrógenos y andrógenos), las cuales se encargan de la maduración y desarrollo sexual del adolescente. Este abarca el desarrollo mamario, el genital y la capacidad reproductiva, así como las características sexuales secundarias como el cambio de voz y el crecimiento de la barba. Una vez que se ha completado la maduración sexual, cesa el crecimiento del adolescente.
Debido a la gran variabilidad de ritmos de crecimiento no existen normas sobre el crecimiento del adolescente en relación con la edad cronológica, algunos se desarrollan antes que otros.
Psicológicos:
La adolescencia es un periodo tanto de maduración física como emocional y cognitiva. En ella se adquiere una nueva capacidad para pensar de manera lógica, conceptual y con visión al futuro. El adolescente adquiere la capacidad del pensamiento abstracto, a diferencia de la infancia, donde su pensamiento es concreto.
El desarrollo emocional y cognitivo del adolescente se divide en tres etapas: adolescencia temprana, adolescencia media y adolescencia tardía.
Adolescencia temprana (10 a 13 años):
- Está preocupado por su cuerpo y su imagen.
- Cree y respeta a los adultos.
- Generalmente tiende al grupo con un tímido avance hacia el sexo opuesto.
- Es ambivalente en cuanto a su autonomía.
Adolescencia media (14 a 16 años):
- Altamente influenciado por su grupo de amigos.
- Empieza una separación real con la familia.
- Preocupación por su apariencia.
- Experimenta un desarrollo cognitivo importante.
- Considera a la independencia como muy importante
Adolescencia tardía (17-19 años):
- Relaciones interpersonales estables.
- Aceptación de la imagen corporal.
- Orientación hacia el futuro, empieza a hacer planes.
- Aumenta su independencia.
- Es más consistente en sus valores y creencias.
Requerimientos nutricionales
Las necesidades nutricionales durante la adolescencia varían mucho de un individuo a otro, y van a ir siempre paralelas a la velocidad de crecimiento. Por tanto, el período de máxima necesidad nutricional coincide con la máxima tasa de crecimiento. Debido a la diferencia entre hombres y mujeres adolescentes en la composición corporal y en la velocidad de crecimiento, empiezan a surgir diferencias entre las ingestas recomendadas.
Las necesidades de energía son mayores que las de cualquier edad y guardan una estrecha relación con la velocidad de crecimiento y con el ejercicio físico desarrollado. Es muy difícil establecer una ingesta recomendada para la población adolescente por las grandes variaciones individuales, generalmente se recomienda, entre 55 kcal/kg/día para los varones de 11 a 14 años y de 40 kcal/kg/día para los varones de 19-24 años.
El aporte de proteína es muy importante en esta etapa, pues son necesarias para la síntesis de nuevos tejidos. Por lo que se debe de potenciar el consumo de alimentos ricos en proteínas como la carne, el pescado, los huevos y las legumbres. Generalmente, en los países desarrollados las personas tienen un aporte mayor de proteínas a lo recomendado, por lo que debemos de cuidar que su aporte sea entre el 10%-15% de las kilocalorías totales de la dieta.
Los adolescentes que recurren a frecuentes dietas para lograr una imagen deseada pueden utilizar la proteína consumida para cubrir las necesidades energéticas. Lo que impide el correcto crecimiento y desarrollo.
Se recomienda que en la dieta del adolescente entre un 55%-60% de la energía total provenga de los hidratos de carbono, limitando el consumo de azúcares simples encontrados en las bebidas gaseosas, zumos y otros productos procesados. La cantidad de fibra recomendada es de 10g/1.000kcal.
La ingesta de grasa no debe superar el 30% de las calorías, limitando el aporte de grasas saturadas al 10%. Ingestas inferiores al 30% pueden comprometer los aportes de energía y vitaminas liposolubles.
El calcio es necesario, ya que el 45% del crecimiento final del hueso ocurre en la adolescencia. Se ha observado que la ingesta de calcio durante la adolescencia tiene una gran relación con el desarrollo de osteoporosis en la etapa adulta.
El hierro es necesario para el desarrollo de tejidos hemáticos (los glóbulos rojos) y del muscular. En las mujeres su requerimiento se ve aumentado por el comienzo de la menstruación (menarquía).
El cinc es necesario para el crecimiento, desarrollo de la masa ósea, muscular y la maduración sexual. También está relacionado con el crecimiento del cabello y uñas. Los adolescentes que siguen una dieta vegetariana están expuestos a carencias de este mineral.
Para los adolescentes se recomiendan, especialmente, las vitaminas que de una u otra forma se relacionan con la síntesis de proteínas y la proliferación celular:
- Vitamina A, E y C para el mantenimiento y estructura celular.
- Vitamina D (crecimiento del esqueleto).
- Ácido fólico y Vitamina B12 (para la creación de nuevos tejidos).
- Vitamina B6, riboflavina, niacina y tiamina.
Factores de riesgo en la adolescencia
- Consumo de drogas y alcohol.
- Trastornos de alimentación.
- Enfermedades de transmisión sexual.
- Conductas delictivas.
- Agresiones sexuales y violaciones.
- Maternidad o paternidad.
- Adicción a los videojuegos.
- Exposición a redes sociales.
Cambios cognitivos y emocionales
- Inestabilidad emocional.
- Empatía con chicos y chicas.
- Inseguridad y sensación de incertidumbre.
- Búsqueda de identidad.
- Deseo de independencia.
Hábitos irregulares
- Hambre intensa, irregularidades de los hábitos alimenticios.
- Consumo excesivo de refrescos edulcorantes.
- Desarrollo de anorexia, bulimia y sobrepeso.