Dr. August Corominas
August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Sexología en la adolescencia y en la somatopausia (andropausia y menopausia)», en el que resume los principales cambios psicológicos y hormonales del ser humano en su función sexual y reproductora. El académico ha compartido recientemente en esta publicación los artículos «El secreto de la longevidad en las ‘zonas azules'», «Atención a las caídas, de noche y de día», «La buena vida y la vida buena», «Vida biológica y vida cuántica», «Hospitales inteligentes», «Cosmonáutica y medicina espacial», «El maltrato y su gestión», «Biología cuántica», «El negro de Banyoles (bosquimano u hotentote)», «Polidactilia», «Adolescencia, edad crítica de la vida humana», «Las sirenas, ilusión de navegantes y hombres de mar», «Alimentación bíblica: alimentos puros y alimentos impuros», «Enfermedades raras» y «Los famélicos en Gaza». Además, es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.
Sexología en la adolescencia y en la somatopausia (andropausia y menopausia)
1. Sexualidad en la adolescencia
Características:
- Despertar sexual: inicio del interés sexual, fantasías y masturbación.
- Cambios hormonales: aumento de testosterona y estrógenos.
- Construcción de identidad: búsqueda de orientación sexual, género y autoimagen.
- Vulnerabilidad emocional y social: presión de grupo, redes sociales, pornografía.
- Necesidad de educación sexual integral: Anatomía y fisiología. Consentimiento y límites. Prevención de ITS y embarazos no deseados. Diversidad sexual.
Retos:
- Mitos y desinformación.
- Riesgo de abuso o coerción.
- Autoestima corporal.
2. Sexualidad en la somatopausia
Definición:
Somatopausia: conjunto de cambios fisiológicos y psicológicos relacionados con el envejecimiento y las hormonas sexuales, incluyendo:
- Menopausia (en mujeres): cese de menstruación, disminución de estrógenos.
- Andropausia (en hombres): disminución gradual de testosterona.
2.1 Menopausia y sexualidad.
Cambios:
- Sequedad vaginal, disminución de la libido.
- Menor elasticidad vaginal: molestias en el coito.
- Cambios emocionales: ansiedad, depresión, insomnio.
- Cambios en la imagen corporal.
Recursos:
- Lubricantes y tratamientos hormonales locales.
- Terapia psicológica o sexológica.
- Comunicación con la pareja.
2.2 Andropausia y Sexualidad.
Cambios:
- Reducción del deseo sexual.
- Dificultades en la erección (no siempre disfunción eréctil).
- Fatiga, irritabilidad, menor autoestima.
- Cambios en la relación de pareja.
- Degradación hormonal.
Recursos:
- Estilo de vida saludable: ejercicio, dieta, descanso.
- Apoyo psicológico y médico.
- Terapia de testosterona (si está indicado).
3. Enfoque Común
- Aceptación del cuerpo en cambio.
- Educación y acompañamiento sexual continuo.
- Sexualidad no centrada solo en el coito: caricias, ternura, intimidad.
- Relación de pareja basada en el diálogo y la complicidad.
Las hormonas: arquitectas invisibles del desarrollo humano
Las hormonas constituyen uno de los pilares fundamentales de la vida. Son mensajeros químicos que orquestan el desarrollo del cuerpo humano desde la concepción hasta la vejez, y actúan como puentes entre la biología, la conducta y la cultura. A lo largo del proceso evolutivo y del ciclo vital individual, las hormonas no solo regulan el crecimiento físico, sino que también condicionan aspectos esenciales de la reproducción, el comportamiento social, el aprendizaje, la afectividad e incluso la espiritualidad.
1. Desde el embrión hasta la pubertad: el guion hormonal del crecimiento.
Durante la gestación, la acción sincronizada de hormonas maternas y fetales (como la gonadotropina coriónica, la progesterona y los factores de crecimiento) guía la formación de órganos y sistemas. Posteriormente, la hormona del crecimiento (GH), la insulina y las tiroides regulan el desarrollo somático. La pubertad, fase clave en la identidad biológica y social, depende de un complejo eje hormonal (hipotálamo-hipófisis-gónadas) que define no solo las características sexuales, sino también los cambios cognitivos y emocionales.
2. Las hormonas moldean la mente, las emociones y la conducta social.
La oxitocina y la vasopresina participan en los vínculos afectivos, el apego y la cooperación social. La adrenalina y el cortisol, en situaciones de estrés, permiten la supervivencia, pero también condicionan la agresividad o el retraimiento. La testosterona y los estrógenos, además de su rol sexual, influyen en la toma de decisiones, la competencia y la creatividad. Así, el ser humano no es solo un producto de la cultura, sino también de una compleja neuroendocrinología que da forma a la personalidad y a la estructura social.
3. Las hormonas y la evolución cultural y espiritual.
Más allá de su papel biológico, las hormonas han permitido la evolución de la humanidad como especie pensante y simbólica. El desarrollo del cerebro -especialmente el sistema límbico y la corteza prefrontal- está regulado por factores hormonales que facilitan el lenguaje, la conciencia moral, la empatía y la capacidad de amar. Incluso fenómenos como la meditación, la contemplación estética o la religiosidad tienen correlatos hormonales, como la liberación de serotonina, dopamina u oxitocina, lo que sugiere una unidad profunda entre cuerpo y alma.
Las hormonas son los hilos invisibles que tejen la trama del desarrollo humano. No solo construyen cuerpos, sino también emociones, ideas, relaciones y culturas. Entender su papel es reconocer que la humanidad no ha surgido por azar, sino como resultado de una evolución biológica guiada por la armonía química. Así, el estudio de las hormonas no.
