David López, doctor en Ciencias Económicas, Sociales y Jurídicas, ingresó como académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado martes, 8 de octubre, en el Recinto Modernista de Sant Pau, en Barcelona. El acto se pudo seguir tanto de forma presencial como en streaming a través del canal de YouTube de la RAED, donde puede visionarse. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «La singularidad relativa en marketing: tecnología y humanidad en la era de la inteligencia artificial», en el que analiza el concepto de singularidad y su evolución, así como las aplicaciones de la inteligencia artificial en el mundo del marketing. El discurso está prologado por el académico numerario Francesc Torralba. Le respondió en nombre de la Real Corporación el académico Jorge Bachs, doctor en Ciencias Económicas y Empresariales.
El nuevo académico inició su intervención situando el concepto de singularidad tecnológica, utilizado por primera vez en 1957 por el matemático y físico húngaro John von Neumann, en referencia a un punto hipotético en el futuro en el cual la inteligencia artificial alcanzará y superará la inteligencia humana, resultando en cambios impredecibles y radicales en la sociedad, por más que muchos científicos se muestran escépticos respecto a este futurible. «La singularidad tecnológica es un concepto que, debido a su potencial para transformar radicalmente la sociedad, ha suscitado un interés considerable en diversas áreas del conocimiento. Este apartado examina la relevancia del concepto tanto en la academia como en su adopción práctica por parte de las empresas, y analiza las contradicciones que emergen de su creciente presencia en nuestra vida cotidiana», explicó el recipiendario.
«La singularidad tecnológica, con su promesa de transformar profundamente sectores como la medicina y el marketing, también nos enfrenta a preguntas fundamentales sobre el futuro de la humanidad y el papel que la inteligencia artificial jugará en él. Las contradicciones inherentes en su uso y adopción, desde el impacto ambiental hasta la compleja relación emocional que las personas están desarrollando con esta tecnología, revelan que aunque su potencial es inmenso, debemos ser conscientes de los desafíos que conlleva. Es crucial que avancemos con un enfoque que no solo maximice los beneficios de la inteligencia artificial, sino que también asegure que su integración en la sociedad se realice de manera sostenible, ética y alineada con los valores humanos fundamentales», consideró López.
A partir de ahí, y tras analizar de forma sucinta la evolución y perspectivas de la inteligencia artificial, el nuevo académico definió la singularidad relativa, un concepto que se refiere a la posibilidad de que la inteligencia artificial alcance niveles de desempeño superhumanos en tareas específicas, sectores o funciones concretas, incluso si no se ha logrado la singularidad tecnológica general a nivel de la inteligencia humana en su totalidad. En el ámbito del marketing, prosiguió, la singularidad relativa se refiere al punto en el que las tecnologías de marketing basadas en inteligencia artificial avanzan hasta tal punto que superan la capacidad humana para comprender y controlar las estrategias de marketing.
Para el experto, es necesario garantizar los principios éticos en el desarrollo tecnológico, en particular en el que se refiere a la inteligencia artificial, y para ello considera imprescindible un debate público de altura sobre el impacto de la inteligencia artificial en el ámbito laboral, de la empresa, de la energía, de la educación, de la sanidad, de la investigación, del arte y de la creación. Para ello aboga por persistir en la democratización del conocimiento para que la ciudadanía conozca lo que está realmente en juego y pueda tomar partido, crearse opinión y tomar decisiones con criterio y responsabilidad.
«La singularidad tecnológica, impulsada por la evolución constante de la inteligencia artificial, presenta tanto desafíos como oportunidades. Mientras sectores como el marketing ya experimentan los efectos de una singularidad relativa, la sociedad en su conjunto debe prepararse para los profundos cambios que
se avecinan. Es imperativo asegurar que, en esta transición, los valores humanos fundamentales no se pierdan, y que la integración de la tecnología en la sociedad se realice de manera ética y sostenible, sin esperar a una legislación que lo regule. Encontrar un equilibrio entre la innovación tecnológica y la preservación de nuestros principios será la clave para un futuro donde humanos y máquinas coexistan de manera armónica y beneficiosa», concluyó López.
David López es decano asociado del programa Full-Time MBA de la escuela de negocios Esade. Es doctor en Estrategia Digital por la Universidad Internacional de Cataluña. Es ingeniero en Electrónica y Telecomunicaciones y máster en Dirección de Proyectos. También es MBA por Esade y The Fuqua School of Business de la Universidad Duke (Estados Unidos). Es experto en marketing digital, comercio electrónico, estrategia y transformación digital en la empresa. Cuenta con más de 20 años de experiencia profesional en el mundo de las tecnologías de la información. Ha fundado varias start-ups y firmas de consultoría.