Josep Maria Franquet, Doctor en Ciencias Económicas y Empresariales, doctor ingeniero superior y doctor en Arquitectura, ingresó como académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado 30 de mayo en Fomento del Trabajo, sede académica. El acto se pudo seguir tanto de forma presencial como en streaming a través del canal de YouTube de la RAED, donde puede visionarse. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «La biorregión cantábrico-mediterránea ‘bioebro’. Un modelo gravitatorio de ordenación territorial funcional», en el que analiza la actual realidad sociológica de la cuenca del Ebro y sus perspectivas de futuro. Le respondió en nombre de la Real Corporación el académico de número Frederic Borràs.
El nuevo académico presentó la biorregión Cantábrico-Mediterránea planteando el reto de la despoblación que afronta actualmente, la importancia de concienciar del problema tanto a sus habitantes como a las administraciones implicadas de una u otra forma en su desarrollo, las líneas de acción -e inacción- de los actuales gobiernos y el papel que tienen los jóvenes y el desarrollo de los pueblos para, a partir de ahí, presentar unas líneas de trabajo y una propuesta de actuaciones para asegurar un futuro próspero y prometedor en los principales indicadores socioeconómicos.
El experto planteó el modelo gravitatorio de desarrollo y su aplicación a este territorio y planteó el proyecto piloto nodo Ebro-Maestrazgo, teniendo en cuenta parámetros fundamentales como el ámbito espacial, el espacio natural, la población y el ámbito cultural. Un conjunto formado por tres bioáreas sistémicas: Bajo Aragón, Terres de l’Ebre y Maestrat-Ports, que pertenecen, respectivamente, a las comunidades autónomas de Aragón, Cataluña y Valencia.
«El modelo gravitatorio, cuya aplicación a la biorregión cantábrico-mediterránea aquí se propone, está destinado a formalizar, estudiar y prever la geografía de los flujos o de las interacciones. La repartición de estas últimas en un conjunto de lugares depende de su configuración, es decir, de la fuerza de atracción de cada lugar y de la dificultad de las comunicaciones existentes entre ellos. El modelo fue formulado primigeniamente por analogía con la ley de la gravitación universal de Isaac Newton. En un espacio de circulación relativamente homogéneo o isotrópico, cuantos mayores sean los intercambios de bienes y servicios que se producen entre dos regiones o ciudades, mayor será también su peso; contrariamente, dichos intercambios serán tanto más débiles cuanto mayor sea su alejamiento geofísico o sus dificultades de comunicación por medio de las infraestructuras técnicas y los transportes clásicos o los canales digitales», expuso el experto.
Franquet es autor de numerosos artículos técnicos así como de más de 50 libros y monografías en materias tan diversas como la agricultura, la construcción, la tecnología hidráulica, la planificación territorial, la climatología, la piscicultura, el folklore, la narrativa, la administración local, la psicología, la topografía, la poesía, las matemáticas y la economía.