Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presentó el pasado 2 de agosto en la Librería Gil de Santander el libro «La obra de Leonardo Torres Quevedo», que ha escrito junto a Francisco González Redondo, profesor de Historia de la Ciencia en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid. Ambos especialistas, grandes conocedores de la obra de este particular ingeniero e inventor español de finales del siglo XIX y principios del XX, sintetizan sus diez trabajos más representativos, reproducidos a partir de los originales, del conjunto de una obra que le llevó a ser considerado «el más prodigioso inventor de su tiempo» como las patentes del transbordador y de sus dirigibles, las memorias y ensayos sobre las máquinas algébricas, su concepto de automática y el aritmómetro electromecánico y las controversias en torno al telekino.
La obra se ha editado gracias a la colaboración de la editorial Los Cántabros y la Demarcación en Cantabria del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos. A lo largo de casi 500 páginas ilustradas se presenta la trayectoria del inventor y la reproducción facsímil, a todo color, de las patentes y memorias más representativas de su trayectoria. Torres Quevedo destacó en su tiempo por el desarrollo de unas máquinas algébricas que ocupan un lugar preeminente en la historia de la computación en esta fase mecánica que concluyó definitivamente con la aparición de las computadoras electrónicas ya entrado el siglo XX. Además, fue un investigador y teorizador fundamental para el desarrollo de la computación, como demuestra su estudio «Ensayos sobre automática. Su definición. Extensión teórica de sus aplicaciones», una obra pionera y fundamental en la historia del pensamiento automático y, por extensión, informático.
Más allá de las máquinas de cálculo, incluida una máquina pionera que jugaba al ajedrez, Torres Quevedo destacó también por la creación de transbordadores electromecánicos para salvar desniveles o cursos de agua como medios de transporte y dirigibles que marcaron una época en la España de esos inicios del siglo XX, como recordó el propio González de Posada en su discurso de ingreso en la RAED.
«En esta edición que ahora presentamos se ha realizado una revisión general de todo lo que habíamos escrito hasta ahora, integrándolo en un ensayo introductorio, con un significativo enriquecimiento histórico-científico y técnico en todos los capítulos, especialmente en los dedicados al transbordador, los dirigibles y la automática. También presentamos un número considerable de notas explicativas a pie de página, así como varias decenas de fotografías y esquemas técnicos a color de los diferentes inventos de Torres Quevedo. Finalmente, con respecto a todos nuestros trabajos anteriores, hemos ampliado notablemente tanto el conjunto de referencias bibliográficas como la propia ‘Bibliografía científica’ del inventor, que en este libro recoge casi el doble de obras de las que se referenciaban hasta ahora», señalan los autores.
González de Posada es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención y fue asimismo rector de la Universidad de Cantabria.
Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias. Preside la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote.