Joaquín Callabed

Dr. Joaquín Callabed

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), invita a la comunidad académica a realizar un recorrido histórico por el arte, la cultura y la ciencia desde la Antigüedad al Renacimiento a través de los artículos «La última morada de los Médici», «La huella del arte de Perugia», «Hildegarda, la doctora de la Edad Media», «Galeno, el príncipe de los médicos», «Celso, el Hipócrates latino» y «Los ‘Versos de Oro’ de Pitágoras«, publicados entre los pasados octubre y diciembre en las secciones «Lectores corresponsales» y «Lectores expertos» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa.

En «La última morada de los Médici», el presidente del Club de Pediatría Social realiza una erudita visita al Palacio Pitti de Florencia, epicentro de la historia florentina que acoge hoy en día una magna colección de arte. «Se ha dicho que las artes son las grandes vías a través de las cuales la mente del hombre se eleva hacia los más excelsos confines. Si esto es verdad, ningún sitio mejor que Florencia para comprender tales palabras, porque caminamos por la ciudad de Dante y Petrarca, Maquiavelo y Arnolfo di Cambio, de Guiberti y Brunelleschi, de Donatello y Giotto, de Masaccio y Cimabue, de Fra Angelico y Botticelli, de Leonardo, Andrea del Sarto y Miguel Ángel. La huella de la familia Médici con la figura de Lorenzo de Médici como gran benefactor del arte, es indeleble. La ciudad conserva los rasgos de su época gloriosa. Una poderosa e influyente familia mecenas que patrocinaron a artistas y científicos de la época», inicia su reflexión.

El académico prosigue su viaje cultural por Italia en «La huella del arte de Perugia», donde señala cómo la capital de la región de Umbría luce orgullosa las obras de dos grandes artistas, Perugino y Pinturicchio. «La amiga Lucia Corsi, crítica de arte, me recomendó visitar Perugia y seguir la huella de Perugino y Pinturriccio y el Palacio de los Priores, con la Galería de Bellas Artes. Me habló de la catedral de San Lorenzo y de la universidad, una de las más antiguas de Europa», explica recordando el viaje que realizó hasta esta ciudad desde Florencia.

Por otra parte, en «Hildegarda, la doctora de la Edad Media», Callabed recupera la figura de una de las compositoras más famosas de monofonía sacra y también es reconocida por muchos expertos como la madre de la historia natural, conocida como la sibila del Rin y la profetisa teutónica. «Hildegarda von Bingen (1098-1179) fue una santa abadesa benedictina y polímata alemana reconocida como médica, científica, naturalista, compositora, escritora, filósofa, mística, líder monacal y profetisa durante la Edad Media. Conocida también como la sibila del Rin y la profetisa teutónica, es asimismo una de las compositoras más famosas de monofonía sacra, así como la más grabada en la época moderna. Además, es reconocida por muchos expertos como la madre de la historia natural», explica.

En «Galeno, el príncipe de los médicos», Callabed se centra en la figura de Claudio Galeno Nicon (130-210), nacido en Pérgamo, Asia Menor, hijo de padres griegos, considerado el iniciador de la medicina actual. «Galeno entró muy joven al Aesculapion de Pérgamo, un centro muy famoso, dedicado a la actividad religiosa y a la ciencia de curar, donde se concentraban las personas más importantes en las diversas disciplinas de la ciencia y donde Galeno aprendió a curar basándose en información sobre conceptos anatómicos y de fisiología. Estudió medicina con dos seguidores de Hipócrates, Estraconio y Sátiro, y en escuelas de medicina de Esmirna, Corinto y Alejandría. Fue el médico de los emperadores Cómodo, Septimio Severo y Marco Aurelio. Siguió a Hipócrates, Platón y Aristóteles. Escribió más de 500 libros, de los cuales sólo se conocen ocho. Describió 473 medicamentos y sus indicaciones», recuerda.

El académico incide en la historia de la medicina en la Antigüedad occidental en el artículo «Celso, el Hipócrates latino», en el que rememora la trayectoria de Aulo Cornelio Celso, conocido también como el Cicerón médico, que dejó el legado enciclopédico de los ocho libros ‘De Medicina’. «Fue la primera obra médica antigua en ser impresa (Venecia, 1478) y, ya desde antes, cuando circulaba manuscrito, se convirtió en objeto de veneración por médicos y no médicos humanistas del Renacimiento, quienes valoraron sobre todo la pureza de su estilo latino y la precisión de sus doctrinas médicas. De los numerosos volúmenes de la enciclopedia, solamente uno ha llegado intacto al presente, su célebre tratado sobre medicina. La distribución enciclopédica de la obra sigue la división tripartita de la medicina en su época establecida por Hipócrates y Asclepio: dieta, farmacología y cirugía», explica sobre esta magna obra clásica.

Finalmente, en «Los ‘Versos de Oro’ de Pitágoras», el experto aborda este otro tesoro de la Antigüedad. «Pitágoras (560 a.C.-480 a.C.) nos dejó esta frase: ‘Todo está en los números’. Y, también, mucho más. Matemático y filósofo, consideraba que la filosofía puede usarse como purificación espiritual. Fundó la comunidad pitagórica. Los ‘Versos de Oro’ contienen su doctrina e inicia el camino de una serie de filósofos moralistas. Se le considera enclavado entre los filósofos presocráticos. Su pensamiento influyó en Platón (hizo inscribir en la entrada de su Academia ‘Que nadie entre aquí si no es geómetra’), Galileo y Leibniz«, concluye.