Gregorio Varela
Catedrático de Nutrición y Bromatología de la Facultad de Farmacia de la Universidad CEU-San Pablo, presidente de la Fundación Española de la Nutrición y de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Javier Aranceta
Presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria, presidente de la Real Academia de Medicina del País Vasco-Euskal Herriko Medikuntzaren Errege Akademia y académico de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Lluís Serra Majem
Rector y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, portavoz del Comité Científico para la Emergencia Sanitaria de la Covid-19 en Canarias y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Gregorio Varela, catedrático de Nutrición y Bromatología de la Universidad CEU-San Pablo, presidente de la Fundación Española de la Nutrición y de la Federación Española de Sociedades de Nutrición, Alimentación y Dietética y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), lideró la «Declaración de Alicante 2021», que puso el colofón a la tercera edición de las Jornadas Científicas de Alicante, celebradas entre los pasados 18 y 19 de noviembre bajo el título «La dieta mediterránea como factor motivador de la felicidad».

La cita estuvo organizada por la Agencia Salud y Dieta Mediterránea, cuyo Comité Científico está presidido por el propio Varela, con la colaboración de la Diputación de Alicante y la Universidad de Alicante y en sus sesiones participaron los también académicos numerarios de la RAED Javier Aranceta, presidente del Comité Científico de la Sociedad Española de Nutrición Comunitaria y de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), y Lluís Serra Majem, rector y catedrático de Medicina Preventiva y Salud Pública en la Universidad de Las Palmas de Gran Canaria, portavoz del Comité Científico para la Emergencia Sanitaria de la Covid-19 en Canarias y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED).

El documento recuerda que la Unesco declaró hace ya diez años a la dieta mediterránea como Patrimonio Cultural Inmaterial de la Humanidad, lo cual merece una especial protección y difusión por parte de los organismos oficiales. «La dieta mediterránea es una filosofía de vida basada en una forma de alimentarnos, de cocinar los alimentos, de compartirlos, de disfrutar de nuestro entorno y nuestro paisaje, de vivir y de relacionarnos con el medio, de generar arte y cultura, historia y tradición; todos ellos vinculados a nuestros alimentos emblemáticos y a su origen. Se trata de un cúmulo cultural extraordinario que abraza a todos los pueblos de la cuenca mediterránea y está constituido de paisajes, cultivos y técnicas agrícolas, mercados, elaboraciones, espacios y gestos culinarios, sabores y perfumes, colores, tertulias y celebraciones, leyendas y devociones, alegrías y tristezas, e innovación y tradiciones. Sin duda, más que hablar de una forma de alimentación hay que hacer referencia a una forma de vida y de equilibrio emocional, incluso se podría hablar de equilibrio mediterráneo, para alcanzar un grado razonable de felicidad a lo largo de nuestras vidas», señala el texto.

La declaración reconoce con preocupación que las tendencias actuales dificultan la necesaria adherencia a la dieta mediterránea, así como insuficiencias en varios ámbitos que parecen cronificarse en España. En este sentido, los expertos señalan que la educación alimentaria, nutricional y gastronómica y la difusión de conocimientos correctos en las materias relacionadas continúa siendo una asignatura pendiente en todos los niveles de enseñanza y en los distintos colectivos ciudadanos. «No menos significativo es la evidencia del creciente deterioro en los estilos de vida mediterráneos, principalmente en lo referente al grado de actividad física y convivialidad, sobre todo entre los más jóvenes, lo que suele asociarse con un peor modelo alimentario habitual y el alejamiento de nuestro legado gastronómico tradicional», explica el documento.

En este sentido, la declaración insta a las diferentes administraciones españolas, con diferentes competencias en la materia, a incorporar al sistema educativo de manera definitiva los conocimientos de alimentación, de nutrición, de gastronomía y la educación del gusto, las experiencias, y siempre de acuerdo con la mayor evidencia científica probada del modelo de dieta mediterránea.