Oriol Amat
Rector de la Universidad Pompeu Fabra, vicepresidente de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Entrevista publicada en el diario «El Economista» el 4 de noviembre de 2021
Oriol Amat, rector de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre la autonomía de la universidad española, sus problemas presupuestarios y el inicio de curso con el retorno a la presencialidad en las aulas en una entrevista publicada el pasado 4 de noviembre en el diario «El Economista». Amat cedió el 5 de noviembre el decanato del Colegio de Economistas de Cataluña al hasta ahora miembro de su consejo Carles Puig, tras concluir un mandato que ha compartido con Anton Gasol tras la resolución de la comisión electoral del propio colegio y la no presentación de otras candidaturas al cargo. «Será un gran decano y contribuirá a hacer que el colegio siga aportando a la sociedad y a la economía», señaló el propio Amat tras anunciar el relevo.
En la entrevista, el rector de la UPF explica que con una financiación adecuada podría afrontar las numerosas precariedades que existen en el sistema universitario, como la falta de rejuvenecimiento de las plantillas, las bajas retribuciones, la falta de consolidación de plazas o más ayudas económicas a estudiantes. Aunque más allá de ese déficit histórico, Amat apela a una reglamentación menos restrictiva que la actual para que la universidad tuviese un mayor margen para autofinanciarse.
«Curiosamente, para afrontar los problemas actuales no basta con una financiación adecuada: las universidades necesitamos también una regulación menos restrictiva y más basada en la autonomía y en la posterior rendición de cuentas. Yo defiendo un modelo de financiación público basado en los resultados, en la eficiencia, y no en el número de alumnos matriculados, como sucede ahora. La combinación de esta estrategia (más financiación pública y privada, acompañada de más autonomía universitaria) nos permitiría, entre otras acciones, crear nuevos incentivos a la transferencia de conocimiento; además de incrementar los relativos a la docencia, la investigación y la gestión que, hoy en día, son los únicos reconocidos», explica.
Para el académico, habría que fomentar la transferencia de conocimiento de la universidad a la sociedad. «La UPF es una universidad excelente en docencia e investigación, pero cuando hablamos de transferir este conocimiento, debemos relacionarnos más y mejor con nuestro entorno social, ya sean empresas, organismos públicos o cooperativas. La UPF es una universidad que quiere, mediante su docencia, investigación y transferencia del conocimiento, impactar y contribuir a la mejora del bienestar de las personas y del planeta. Este mensaje, juntamente con nuestros valores sociales, medioambientales y de compromiso con la cultura, es muy potente y atractivo, además de ampliamente compartido por las nuevas generaciones», considera.
Sobre las novedades que en este curso presenta la universidad, Amat apunta la creación del Barcelona Program for Interdisciplinary Studies (BaPIS), dirigido a estudiantes que quieran completar su currículum adquiriendo nuevos conocimientos transversales, o un nuevo grado en Medicina en colaboración con el Hospital del Mar de Barcelona, que ya se ha situado entre las cinco titulaciones catalanas con una nota de corte más elevada. Asimismo, destaca la alta inserción en el mundo laboral de sus alumnos, como indica el informe externo publicado por AQU Catalunya en 2020, incidiendo en que el 84% de los estudiantes del centro trabaja a los seis meses de haberse graduado y el 90% volvería a estudiar en la UPF.