Santiago Castellà
Senador, director de la Cátedra Tarragona Smart Mediterranean City de la Universidad Rovira i Virgili, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y secretario general de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores

Cecilia Kindelán
Profesora de la Universidad de Barcelona y académica correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

El senador Santiago Castellà, director de la Cátedra Tarragona Smart Mediterranean City de la Universidad Rovira i Virgili, académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y secretario general de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores, y Cecilia Kindelán, exdirectora asociada del MBA de IESE Business School y exdirectora de su programa de intercambio internacional, profesora de la Universidad de Barcelona y académica correspondiente de la RAED, participaron el pasado 25 de mayo en el debate «La ciudad inteligente, motor de la recuperación poscovid», organizado conjuntamente por la Real Academia y Knowurban.net, grupo de expertos en el nuevo paradigma de cambio urbano, social, económico, energético y ambiental.

La sesión estuvo presentada por la propia Kindelán, junto con el presidente de Knowurban.net, Xavier Izquierdo. A ella se sumaron, además de Castellà, que es también vicepresidente de Knowurban.net, Pablo Hermoso de Mendoza, alcalde de Logroño; Daniela Idrovo, arquitecta experta en planificación urbanística; Xavier Marcet, fundador y presidente de Barcelona Drucker Society, y Pilar López-Jurado, profesora de la Universidad de Barcelona, quienes enriquecieron el debate compartiendo sus ideas y experiencias.

smart citiesLos participantes coincidieron en que las ciudades viven hoy día una triple revolución: digital, ecológica y democrática. La revolución digital ha cambiado la manera en la que sus habitantes se comunican, se relacionan o incluso hacen negocios, pero también ha afectado a su capacidad cognitiva cambiando la manera de aprender y generar valor. Esta transformación tiene un impacto bastante significativo en el nuevo concepto de ciudades inteligentes.

Las consecuencias de la Covid-19 también se han dejado ver en las ciudades generando en parte de la población un deseo de vivir en un entorno más sensato, con más orden y tranquilidad, lejos de ruidos y de contaminación, señalaron los expertos. «Gracias a la tecnología vemos que es posible crear nuevos espacios de convivencia y generar una nueva relación entre el entorno rural y las ciudades. En esta transición hacia lo verde se abren nuevas posibilidades también para el mundo empresarial ya que empiezan a surgir nuevos sectores económicos derivados del incremento de actividades del reciclaje, el ecodiseño o la economía circular», señalaron.

Pablo Hermoso de Mendoza se centró en la nueva movilidad. «No tiene ningún sentido y es poco saludable pensar en la ciudad desde la perspectiva del automóvil. Para conseguir ciudades más inteligentes deberíamos invertir la pirámide y priorizar en el peatón, en la bici, el transporte público y por último en el coche privado». Por su parte, Daniela Idrovo señaló el papel clave de las ciudades inteligentes para la reactivación económica. El discurso de Xavier Marcet se centró en la importancia de los datos para obtener información que ayude a predecir, prescribir y a personalizar para conseguir mejorar la vida en las ciudades. Aunque también alertó del riesgo de generar una nueva burocracia con los datos.

Pilar López-Jurado aportó varias razones por lo que las ciudades inteligentes agilizarían la recuperación económica. Primero, por la posibilidad de transformar los datos en conocimiento y por su capacidad de generar talento, aunque alertó de los riesgos de la brecha digital. Para la experta, la estrategia de ciudades inteligentes tiene que incentivar una serie de políticas sociales como la del acceso a la vivienda y a la educación. «Al final, el éxito o fracaso será el de los ciudadanos, pues son los corresponsables de las estrategias que se lleven a cabo», zanjó.