Maria Àngels Calvo
Catedrática de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona; académica de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña, de la Real Academia de Doctores de España y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Dra. Maria Àngels Calvo

Dra. M. Àngels Calvo

Maria Àngels Calvo, catedrática del Departamento de Anatomía y Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona, secretaria general de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña y académica numeraria y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participa en la primera edición del proyecto Retos Vitales para una Nueva Era, impulsado por la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores conjuntamente con la RAED, con el trabajo «Impacto de las pandemias en la salud de un mundo globalizado. Prevención y retos de futuro», en el que aborda las carencias que ha evidenciado la actual pandemia sobre los sistemas sanitarios de todo el mundo y las propuestas para reforzarlos. La primera entrega de Retos Vitales vio la luz el pasado mes de abril en formato de libro con el objetivo de establecerse como un informe pluridisciplinar anual de referencia sobre la nueva realidad que surge tras la pandemia.

«El mundo se ha enfrentado a múltiples retos de salud a lo largo de la historia. En la actualidad preocupa de forma muy especial la pandemia a la que nos enfrentamos y de la que derivan problemas tan graves como el incremento del hambre en el mundo y las consecuencias inherentes a una muy lábil y precaria economía. Asimismo, los problemas sanitarios no ligados directamente a la pandemia ocasionada por el SARS-CoV-2 siguen presentes en diversas partes del mundo: incidencia de brotes de enfermedades prevenibles por vacunación como el sarampión y la difteria como consecuencia de la disminución de las vacunaciones; alerta mundial sobre el aumento de la detección de microorganismos patógenos resistentes a los antibióticos; incremento de las tasas de obesidad, fundamentalmente entre los jóvenes por la adquisición de hábitos de alimentación incorrectos, no controlados y por el aumento del sedentarismo; incidencia claramente negativa sobre la salud como consecuencia de la contaminación ambiental y el cambio climático, y las múltiples crisis humanitarias, a las que se sigue enfrentando hoy día la humanidad», inicia la vicepresidenta de la RAED su estudio.

Calvo alerta que la globalización ha determinado la ausencia de fronteras que sí tienen los sistemas sanitarios y facilita la diseminación de cualquier agente infeccioso capaz de desencadenar una pandemia. Más allá de la actual pone como ejemplo que se debe tener muy en cuenta las enfermedades transmitidas por vectores como sucede en el caso del dengue, la malaria, el virus del Zika, la fiebre del chikunguña, el virus del Nilo Occidental, la fiebre amarilla o la fiebre de Crimea, entre otros que se están extendiendo a medida que las poblaciones de mosquitos se trasladan a nuevas áreas como consecuencia del cambio climático. En este sentido señala cómo la Organización Mundial de la Salud ha desarrollado un plan de investigación que tiene como finalidad la detección e identificación de enfermedades y patógenos, que pueden ser capaces de originar una emergencia de salud pública pero que, actualmente, carecen de vacunas y tratamientos efectivos.

La académica apunta y desarrolla los pilares que considera fundamentales para el futuro de la sanidad y, por ende, la salud pública: Prevención o anticipación para controlar y detectar el posible problema sanitario, flexibilidad, prudencia y concienciación de la población a partir de una impecable información sobre lo que suceda, fijando unas expectativas reales. «La crisis actual debe servir para replantear las decisiones a corto y largo plazo que inciden sobre la sanidad, la economía y la sociedad en general. La globalización determina la ausencia de fronteras naturales y facilita la diseminación de cualquier agente infeccioso capaz de desencadenar una pandemia. Una respuesta internacional coordinada es la mejor forma de hacer frente a una emergencia sanitaria internacional, como es una pandemia. Las instituciones deben trabajar conjuntamente con el fin de aportar las bases para lograr recuperar la credibilidad y lograr la confianza de la sociedad. Asimismo, las autoridades sanitarias deben constituir de forma permanente comités asesores integrados por científicos especializados en prevención, epidemiología, enfermedades infecciosas, farmacología, ética, sociología y economía. Debemos ser capaces de aportar, desde todas las vertientes, los esfuerzos necesarios para remontar la situación actual y prevenir futuras pandemias», concluye.