Maria Àngels Calvo, académica de número y presidenta de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presentó en el marco del IV Acto Internacional-Congreso Europeo de Investigaciones Interdisciplinarias de la RAED, que se celebró el pasado mes de julio, el trabajo «Impacto de la contaminación microbiológica ambiental en la salud respiratoria: casos prácticos». Un estudio en el que también han participado los investigadores Eulàlia Nogué y Leonardo Arosemena, que aporta los resultados obtenidos tras diversos muestreos en domicilios particulares de pacientes afectados de procesos respiratorios y detalla las medidas adoptadas para controlar el ambiente, su evaluación y seguimiento.
«Uno de los mayores problemas del ambiente y principalmente en interiores de viviendas, oficinas y edificios públicos es la carga de partículas biológicas como hongos, bacterias, esporas, toxinas e incluso virus que pueden llegar a formar parte del mismo -consideran los autores del estudio-. Los bioaerosoles o partículas biológicas en suspensión usan el aire como medio de transporte y dispersión, llegando de esta manera a las personas que respiran un promedio de 14 metros cúbicos de aire por día y también a los animales. Recientemente se ha incrementado el interés por la evaluación de la calidad microbiológica del aire en el interior de las edificaciones, entre otras razones porque los microorganismos, además de contribuir al deterioro de infraestructuras y materiales, son agentes etiológicos productores de toxinas y sustancias volátiles que en ocasiones causan enfermedades respiratorias, sistémicas y alergias».
El trabajo destaca cómo en el año 2009 la Organización Mundial de la Salud presentó una publicación apoyada por numerosos estudios epidemiológicos demostrando que existe suficiente evidencia de la relación entre los factores relacionados con los daños en edificaciones ocasionados por diversos factores ambientales en espacios cerrados, principalmente la humedad ambiental, y una amplia gama de efectos sobre la salud respiratoria que incluye afecciones como asma, infecciones, síntomas en el tracto respiratorio superior y enfermedades respiratorias descritas como raras o poco frecuentes. «En ambientes laborales, el problema puede incrementarse debido a los factores del entorno como niveles elevados de polvo, uso excesivo de ordenadores, altas temperaturas, poca o ninguna ventilación de aire exterior, mala iluminación, falta o inadecuado mantenimiento de los sistemas de aire acondicionado e insuficientes normas de limpieza que pueden afectar la capacidad inmunológica de los trabajadores», señala el trabajo.
El estudio concluye con una serie de consejos que comienzan con una limpieza exhaustiva de los entornos con partículas biológicas con una mezcla de alcohol y agua, papeles de un solo uso, protección de guantes y mascarillas de un solo uso y, en los casos indicados, fumigación. Tras la operación debe también determinarse si se podrían repetir las condiciones de contaminación, si es posible prevenirlas y si, en última instancia, el espacio contaminado puede utilizarse con garantías como zona habitable o de trabajo.
Doctora en Farmacia y Veterinaria, Calvo es catedrática de la Universidad Autónoma de Barcelona, ha publicado más de 300 trabajos científicos y forma parte de numerosas instituciones académicas y sanitarias en Cataluña y el conjunto de España.