Teresa Freixes, catedrática Jean Monnet ad personam, presidenta de la organización internacional Citizens pro Europe y académica de número y vicepresidenta de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda diversos aspectos de la actualidad política en los artículos «La ensoñación de Carles Puigdemont», publicado el 22 de agosto en el diario «El Español»; «Vencedores y vencidos», «Los muros» y «La Nueve y el relato», publicados en el portal The Objective entre los pasados 3 y 31 de agosto; «Hablemos claro: hacia el despeñadero de la confederación», publicado el 2 de agosto en el diario digital «El Imparcial», y «Financiación singular y ensoñación separatista», aparecido en el portal Artículo 14 el 2 de septiembre.
En «La ensoñación de Carles Puigdemont», la experta defiende la independencia y el criterio profesional de los jueces para interpretar la ley de Amnistía. «Hans Kelsen, en su obra ‘Teoría general del Estado’, define el golpe de Estado como cualquier modificación o sustitución de la Constitución realizada sin seguir los preceptos en ella establecidos para realizar tal reforma. No es necesario que ello comporte el uso de la violencia ni intervención militar alguna. Basta con romper con el principio básico del Estado de derecho mediante el cual las normas deben ser producidas, modificadas o anuladas de conformidad con lo que esté legalmente establecido. Eso es lo que tuvo lugar en Cataluña, fundamentalmente durante el otoño de 2017, siendo Carles Puigdemont presidente de la comunidad autónoma. Bajo su auspicio fueron aprobadas las denominadas leyes de desconexión, la ley del referéndum de autodeterminación y la ley de transitoriedad jurídica e instauración de la república. Ambas fueron declaradas inconstitucionales por el Tribunal Constitucional español ya que, a modo de leyes habilitantes, pretendían dejar sin aplicación la Constitución Española y el Estatuto de Autonomía de Cataluña», reflexiona.
Por su parte, en «Vencedores y vencidos», Freixes defiende el espíritu de reconciliación de la transición, que hizo posible un cambio de régimen bajo los valores de la convivencia que ahora se ponen en duda desde determinados estamentos gubernamentales. «Tras la formación del Gobierno de Adolfo Suárez y la adopción de los Pactos de la Moncloa, el llamado consenso facilitó que, todos, los que estuvieron en un lado y los que estuvieron en el otro, pudiéramos pasar página civilizadamente, a pesar del terrorismo que ya estuvo presente en ese tiempo, para comenzar esta etapa de constitucionalismo democrático que, lamentablemente, algunos quieren destruir para volver a entronizar los conceptos de vencedores y vencidos», argumenta.
La vicepresidenta de la RAED dedica «Los muros» a las barreras físicas y mentales, distribuidos entre países e ideologías, y alerta sobre los que se construyen actualmente en Cataluña, España y Europa. «En Cataluña, aunque no solo en ella, se ha construido un muro sobre la lengua y la identidad, poniéndolas al servicio de oscuros intereses; además de amnistiar a golpistas, se va a consolidar, con el acuerdo de sedicentes socialistas, la ruptura del modelo de financiación autonómica entregando la llave del mismo a quienes han protagonizado el mayor ejemplo de insolidaridad, anticonstitucionalidad y ruptura del sistema de derechos. En España se está construyendo un muro sobre lo progre entendido según quieren los que lo construyen, tergiversando conceptos y pretendiendo justificar lo injustificable en aras de schmittianas y pírricas investiduras que no pretenden más que el mantenimiento en el poder o en los privilegios de los de su lado del muro, tergiversando incluso los conceptos, para revestir de ‘federalismo’ lo que no es más que un burdo intento de construir una confederación de facto. En Europa se puede construir un muro sobre falsos patriotismos identitarios que, además, están en contradictoria conexión y connivencia con quienes quieren destruirla», explica.
En «La Nueve y el relato», la académica recuerda con motivo de su 80.º aniversario, la entrada del ejército de los Aliados en la capital de Francia liderados por los combatientes españoles, trasponiendo el relato de ensoñación que generó sobre una hipotética victoria ante el franquismo al presente. «Lo que llega a originar la creencia en ‘el relato’… en cualquier ‘relato’, con la utilización de las actuales técnicas de persuasión, nos entontece y priva de raciocinio. Aunque ya se habían estudiado modelos teóricos alrededor de la comunicación a principios del siglo XX, sobre todo en las universidades americanas (Harvard, Illinois), que influyeron marcadamente a las europeas (recordemos al Círculo Lingüístico de Praga influido por Roman Jakobson), fue el nazismo quien desplegó no solo en teoría sino en la práctica. Los modelos comunicativos que mejor sirvieron a sus fines (Joseph Goebbels controló magistralmente a la UFA para su propaganda) están a la orden del día en muchos ámbitos. Tengámoslo en cuenta, porque, aunque, en teoría, el modelo puede ser seguido desde políticas distintas, siempre ha tenido éxito cuando lo que se ha pretendido es reforzar teorías supremacistas, nacionalismos exacerbados y demás», afirma.
En «Hablemos claro: hacia el despeñadero de la confederación», Freixes aborda el pacto por la financiación de Cataluña alcanzado entre el PSOE y ERC que ha facilitado la investidura de Salvador Illa como presidente de la Generalitat. «Cuando nos dicen que Cataluña tiene que recibir más dinero porque está infrafinanciada… cuando comparan la riqueza de Cataluña respecto de Andalucía o de Extremadura… o cuando se habla de esfuerzo fiscal autonómico… mienten, porque falsifican sus intenciones ocultándonos el verdadero propósito de un discurso de esa naturaleza: instaurar una hacienda confederal. No son Cataluña, ni Extremadura o Canarias, quienes pagan los impuestos. Son las personas, físicas y jurídicas, presentes en tales territorios. Y quienes los reciben no son los territorios, sino las administraciones que los gobiernan. ¡Así que menos bulos!», inicia la experta su argumentación.
Finalmente, en «Financiación singular y ensoñación separatista», Freixes incide en este polémico acuerdo de gobernabilidad en Cataluña. «A pesar de que ni desde el Gobierno ni desde los sedicentes socialistas se quiere denominar al nuevo modelo de financiación que pretenden instaurar en Cataluña como consorcio, un examen del mismo que ni tan siquiera precisa de un detalle minucioso revela que, efectivamente, se trata de un modelo consorcial, fundamentado en que la comunidad autónoma recaude la práctica totalidad de los impuestos y, posteriormente, acuerde con la administración central del estado qué cantidad o porcentaje de la recaudación va a ser transferido a esas instancias centrales. Es lo que se viene haciendo con el País Vasco y Navarra, comunidades autónomas que tienen reconocido en la Constitución este tipo de sistema de financiación», considera.