La Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) y la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores presentaron el pasado 25 de octubre en la Sala de Actos de Fomento del Trabajo Nacional, sede de la Academia, el proyecto Retos Vitales para una Nueva Era. El acto estuvo encabezado por el presidente de la RAED, Alfredo Rocafort, y moderado por el académico de número y presidente del Instituto de Relaciones Internacionales de la RAED, José Ramón Calvo. Participaron los también académicos numerarios y miembros de la Junta de Gobierno Maria Àngels Calvo y Jordi Martí, así como la académica de honor y expresidenta y exministra de Ecuador Rosalía Arteaga y la académica correspondiente y coordinadora del proyecto Cecilia Kindelán. Se les sumó Miquel Ventura, director de proyectos de la Fundación. Los ponentes expusieron la metodología de trabajo y criterios para la selección de las temáticas, el estilo editorial, el impacto que esperan generar en los distintos colectivos sociales y las acciones derivadas de los contenidos del documento anual que se llevarán a cabo en el marco del proyecto.
Alfredo Rocafort se felicitó por el gran impacto que tuvo el proyecto en su primera edición, que culminó con la publicación de una obra de referencia en la que participaron 38 autores de reconocido prestigio, entre ellos varios premios Nobel, exministros y exjefes de Estado. De cara a la segunda edición adelantó los cinco desafíos que el comité científico del proyecto ha focalizado: el colapso de la biodiversidad, el cambio climático, la recesión económica, la desigualdad social y las futuras pandemias. Desafíos que responden, señaló, a cuatro causas harto conocidas: el actual modelo de desarrollo económico, el crecimiento demográfico, el modelo educativo y el patrón político dominante. «Hay que transformar y reorientar los actuales modelos de desarrollo para vivir en paz y en armonía con la naturaleza», señaló.
José Ramón Calvo, por su parte explicó que proyecto tuvo su génesis durante la pandemia, lo que por una parte marcó su desarrollo y fijó la oportunidad de su respuesta desde la ciencia. «Es un proyecto unánimemente alabado como obra de referencia, elaborado en un momento que hace que sus protagonistas merezcan un reconocimiento añadido. La gran ventaja que tenemos como academia multidisciplinar es que abarcamos todos los ámbitos y esta obra es el mejor reflejo de ello», señaló el académico antes de introducir a los ponentes y dar paso a sus intervenciones.
El primero de ellos fue Miquel Ventura, quien explicó cómo se forjó el proyecto. «El reto fundamental era seleccionar los temas que nos afectan como humanidad y poner en valor el conocimiento de la Real Academia para encontrar desde la ciencia las mejores vías de resolución. Así fue cómo definimos 15 desafíos vitales, todos ellos transversales, aunque pusimos como prioridad la pandemia. Se trata de un documento innovador y disruptivo, con una visión holística e innovadora, que aporta soluciones e ideas, a la vez que fuerza y promueve el compromiso social y la acción», señaló Ventura. De cara a la próxima entrega, el director de proyectos de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores adelantó que sus contenidos se centrarán en el binomio «Sostenibilidad y Economía», integrando temáticas sobre el valor del capital natural, la economía regenerativa, la educación en la nueva era digital, la ética y los valores y, entre otros, el diseño de las ciudades del futuro o la importancia de invertir en biodiversidad.
Cecilia Kindelán también celebró el éxito de la primera entrega y su calidad pese a todos los condicionantes que marcaron su elaboración. «Empezamos en un momento especialmente difícil, pero conseguimos que académicos y científicos que son referentes en sus campos de estudio nos plantearan respuestas desde puntos de vista innovadores. No les dimos unas pautas editoriales estrictas más allá del carácter divulgativo de los artículos y el alto nivel del resultado está a la vista», consideró. En esta segunda edición del proyecto, la académica volverá a asumir su coordinación editorial.
Por su parte, Jordi Martí destacó el valor de Retos Vitales ante una era de renovadas «fake news» e informaciones contradictorias. «Ya hablamos de una disciplina nueva, la agnotología, que es ciencia de la desinformación. Uno de los retos más importantes para la Real Academia y para la Fundación es desenmascarar estas campañas organizadas que triunfan en determinadas capas de la sociedad», señaló. El académico también apuntó los retos que hace unos años parecían imposibles y en los que ahora la sociedad está empezando a poner todo su empeño, como la sostenibilidad, la economía circular o la lucha contra las prácticas poco éticas. «Necesitamos soluciones éticas y estéticas, una óptica que quizá aún se considera secundaria, pero si queremos una transformación profunda del mundo actual deben desarrollarse», zanjó.
Maria Àngels Calvo centró su discurso en el ámbito de la salud, que definió de acuerdo con los postulados de la Organización Mundial de la Salud no ya como la ausencia de enfermedad, sino un sentimiento de bienestar, en el que intervienen muchos factores. Es, afirmó, un reto vital más vigente que nunca cuando aún estamos inmersos en la pandemia de la Covid-19. Asimismo, reivindicó el concepto de una sola salud, no sólo de personas y animales, sino también del medio ambiente. «Una de las principales cosas que hemos aprendido en esta pandemia es la prevención, que forma parte de nuestra vocación como sanitarios. Pero tengamos en cuenta que el hombre es el único animal que tropieza dos veces en la misma piedra y en salud no podemos escatimar», defendió.
Por último, Rosalía Arteaga destacó la enseñanza, su obligada transformación durante los meses de estricto confinamiento y su futuro como uno de los grandes retos globales que cabe mirar desde una óptica abierta. «Debemos garantizar la educación pública y universal, así como a la sanidad. Y hoy en día son servicios fundamentales que no tenemos todos. Si educar y atender a pacientes fue difícil en España en el momento más duro de la pandemia, imagínense cómo fue en otros países», señaló. Puso como ejemplo su país, Ecuador, donde se estima que 100.000 niños perdieron el contacto con sus maestros durante los momentos más duros de la pandemia y en muchos casos aún no lo han recuperado.
La académica de honor se detuvo en los retos que se abren de forma específica para Iberoamérica coincidiendo con su candidatura para liderar la Secretaría General Iberoamericana, la organización que agrupa a los 22 países que conforman la comunidad iberoamericana. En este sentido apuntó a su prometedora conexión con Europa, con España y Portugal como puentes. «Europa se puede y debe reforzar con Iberoamérica y ser un contrapunto al pulso entre Estados Unidos y China que marca el nuevo orden mundial», consideró.