Pedro Nueno, profesor de la escuela de negocios IESE-Universidad de Navarra, presidente de la Escuela de Negocios Internacional China-Europa (Ceibs) y académico de número y presidente de la Sección de Ciencias Sociales de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), analiza los retos de la economía catalana y española en los artículos «Actualizando», «Eligiendo», «Resolviendo», «Cambiando», «Aeroportuando» y «Manteniendo», que ha publicado en el diario «La Vanguardia» entre los pasados meses de noviembre y diciembre.
En «Actualizando», el académico aborda la recuperación económica, fundamentada en un nuevo modelo que debe llegar a las aulas de las escuelas de negocios. «El trabajo de los profesores no es fácil. Han de llevar las empresas a clase y que los participantes se hayan estudiado bien casos en los que los directivos han de tomar decisiones importantes. Han de asistir a clase preparados para convencer a todos de su análisis de la situación, las posibles alternativas y la que consideran mejor. Cuando muchos de nuestros profesores de alto nivel hoy empezaron a dar clases, el mundo económico era Norteamérica, unos cuantos países europeos y Japón. Latinoamérica salía poco, China e India, menos, y África, nada. Las tecnologías digitales no eran relevantes. Pero en nuestros tiempos quienes no tengan en cuenta la globalización económica, el avance tecnológico y el incremento de la velocidad en la gestión empresarial no tienen futuro», reflexiona.
En «Eligiendo», por su parte, el experto considera que la igualdad en el mundo de la empresa se impone fruto de la propia iniciativa y meritocracia. «En los consejos en los que he estado nunca se ha planteado pagar menos a una mujer que se pasaba a un puesto de alto nivel que lo que cobraba un hombre en este puesto. Pero es un hecho que hace años, el porcentaje de mujeres en los programas Máster en Dirección de Empresas era notablemente más bajo que el de los hombres y en muchos casos las mujeres querían colocarse en una ciudad determinada por cuestiones de familia. Estas cosas van cambiando y el porcentaje de mujeres va subiendo y su disponibilidad internacional, algo menos, pero va creciendo. También crece el número de mujeres emprendedoras que han detectado una oportunidad y son capaces de transformarla en una empresa», explica.
En «Resolviendo», Nueno aboga por un modelo de negociación social que evite el conflicto público por el bien de la economía local. «En el mundo en que vivimos, la información fluye a gran velocidad. Organizar protestas, manifestaciones, paros para que se difundan nuestros problemas no es una opción. Lo que aparece en los medios no es la importancia de lo que se persigue, sino los problemas que crean las formas de protesta, y esto crea desempleo, porque muchas empresas evitarán tener plantas en lugares que son bases de conflictos. Hay que encontrar otra forma de negociar las cuestiones importantes evitando las manifestaciones públicas. Quizás se podría adjudicar a una buena empresa consultora la responsabilidad de resolver los temas que hoy provocan manifestaciones por la vía de estudiarlos bien, proponer una buena solución y negociarla con las partes en conflicto», considera.
Por otra parte, en «Cambiando», Nueno incide sobre la transición hacia una movilidad eléctrica apostando por un modelo híbrido. «Probablemente el menor riesgo a largo plazo son los coches híbridos. Los vehículos cada vez son más perfectos evitando emisiones contaminantes, y si los eléctricos van subiendo en número, el precio de la gasolina irá bajando y el precio de la electricidad subiendo, lo que puede frenar un poco la desaparición de los coches de gasolina. Lo que está claro es que los fabricantes de coches siguen con mucha atención lo que está pasando. Algunos directivos de estas empresas han comentado que los dos sistemas, eléctrico y combustible, probablemente existirán juntos. Es muy probable que en el 2030 sigamos contando con coches de combustión, con modelos nuevos en las buenas marcas de hoy y quizás también híbridos baratos», argumenta.
En «Aeroportuando», el experto compara los aeropuertos y los vuelos con las escuelas de negocios y sus clases, señalando cómo los aeropuertos y las aerolíneas pierden claramente en la comparación y urgiendo un cambio en su modo de funcionamiento, marcado por las esperas y los retrasos. «Es evidente que queda mucho más por hacer en los aeropuertos que en las escuelas de dirección de empresas. Tenemos un problema de aerolíneas y aeropuertos que deberíamos tratar de mejorar», afirma.
Finalmente, en «Manteniendo», el economista recupera un tema tan recurrente como polémico: la perentoria reforma del sistema de pensiones y de la edad de jubilación. «No sé qué solución tendremos en Europa y sobre todo en España. Si leen las esquelas verán que hay fallecidos con más de 100 años. Si nos jubilamos con 60 o 65 y vivimos hasta los 100, ¿dónde están los fondos para pagar las pensiones durante 35 o 40 años? Además estamos viendo que cada vez hay menos jóvenes y más mayores. En nuestro ignorante entorno, si el Estado decidiese atrasar la jubilación hasta por ejemplo los 75 años, se organizarían unas huelgas y protestas increíbles (aunque todavía no se resolvería el problema, pero se mejoraría algo). La solución del Estado es no hablar del tema. Los que vengan detrás que se lo arreglen. Pero pronto habrá que encontrar alguna solución porque se jubilarán cada vez más y habrá menos pagando grandes impuestos», concluye.