August Corominas
Profesor de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica la reflexión «Enfermedades sociales», un listado de enfermedades producidas o favorecidas por los hábitos culturales con un impacto mayor de la Covid-19, aunque no se suela reflexionar sobre ellas y se lleguen a considerar inevitables.

Enfermedades sociales

Las enfermedades sociales son aquellas que afectan a toda una sociedad, más allá de las pandemias microbiológicas. Que acaban marcando su estilo de vida: de comer, de beber, incluso de descansar. Hay que recordar que nuestro genotipo es prácticamente idéntico al del Neolítico, pero el estilo de vida es completamente diferente. La sociedad, desde hace unos 10.000 años, es diferente debido a ese estilo de vida, como señaló el reconocido historiador Clement Eaton.

1. Enfermedades de la civilización

Los trastornos más importantes a los que nos han llevado unos hábitos de vida poco saludables son la hipertensión (por un exceso de sal), la diabetes (por un exceso de azúcar y sacarosa), la obesidad (hoy en día un problema muy grave que se convierte en uno de los peligros para la supervivencia por un exceso de calorías), el alcoholismo y las hepatopatías (por un exceso en la ingesta de alcoholes destilados, vino y cerveza en importantes cantidades) y algunos tipos de cáncer (por la falta de ingesta de fibra dietética, como es el caso del cáncer de colon).

2. Enfermedades de la incivilización

En los países no civilizados y que frecuentemente pasan hambre sus enfermedades sociales son todas las relacionadas con las carencias alimentarias, además de las producidas por falta de hábitos de higiene e incultura, como el paludismo o diferentes zoonosis.

3. Enfermedades de la incomunicación

Son el gran problema de las personas mayores en las sociedades occidentales, por más que también se dan entre jóvenes: soledad, depresión, angustia, insomnio, sufrimiento, síndrome maligno… incluso las tendencias al suicidio.

4. Enfermedades de la pobreza

Hay millones de personas que han migrado de sus países y viven en la calle o en campos de refugiados o sin techo en ciudades europeas y de todo el mundo. La esperanza de vida en algunos países es aún hoy en día de 29 años, según los datos de la Organización Mundial de la Salud (OMS). Estas enfermedades de la necesidad son el hambre, la desnutrición, las agresiones sexuales, la dermatitis, la zoonosis, la parasitosis. Enfermedades que se dan en ambientes de pobreza y marginalidad, pero también en sociedades prósperas entre las personas que buscan alimentos o piezas para vender en contenedores de basura.

5. Enfermedades de la colonización

A partir del siglo XVI se extendieron más allá de las sociedades occidentales enfermedades contagiosas que resultaron ampliamente mortales como la viruela, el sarampión, la tosferina, la difteria o la sífilis.

Dr. August Corominas

Dr. August Corominas

6. Enfermedades de la «cocacolonización»

Los hábitos de consumo de azúcares y grasas en exceso han venido incrementando de forma exponencial los casos de obesidad, hipertensión, síndromes metabólicos o coronariopatía

7. Enfermedades de la contaminación cambio climático.

La contaminación atmosférica por CO2, CH4 y NO2, entre otros compuestos y partículas de la era industrial han incrementado los casos de asma bronquial o cáncer de pulmón. La contaminación marina con metales pesados, macroplásticos, microplásticos y nanoplásticos han favorecido las alergias por ingestas de pescado contaminado.

8. Factores de riesgo cardiovasculares

El reconocido cardiólogo Valentí Fuster señala los siguientes factores de riesgo cardiovasculares que se dan en el presente a causa de los hábitos de consumo y culturales más extendidos: obesidad, hipertensión, hipercolesterolemia, hiperglucemia, tabaquismo, sedentarismo y desequilibrio nutricional, trastornos emocionales y estrés.