Dra. Cecilia Kindelán

Dra. Cecilia Kindelán

Cecilia Kindelán, profesora de comunicación y directora de los programas EMBA y PIDD de ESIC Business & Marketing School y académica de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), explica en un reportaje publicado por el diario «Ideal» en su edición del pasado 1 de octubre los programas de formación superior de administración de empresas dirigida a ejecutivos que ella dirige en la escuela de negocios ESIC y que en Andalucía, en concreto en Granada, Málaga y Sevilla, imparte EIG Education gracias a un convenio entre ambos centros. Se trata del único programa EMBA (Executive Master of Business Administration) que está acreditado por la asociación internacional de programas MBA, lo que hace que sea reconocido no solo en España, sino en todo el mundo.

«Cuando nos referimos al EMBA estamos hablando de una categoría de masters, los MBA, dirigidos a profesionales con una trayectoria ya consolidada en el mundo empresarial, de entre cinco y ocho años. Representan una magnífica opción de cara a dar un paso más porque quieren adentrarse en temas como los de transformación digital, internacionalización, finanzas o explorar alguna parte que no es la de su propia especialización. Por ello, un EMBA les va a dar una formación totalmente transversal para que entiendan muy bien lo que está demandando el mercado o cuáles son las últimas tendencias. No van a convertirse en expertos en finanzas, en últimas tecnologías o en marketing, sino que van a ser capaces de poder hablar con los directores de finanzas, tecnología o de marketing y saber cómo van a afectar las decisiones estratégicas que tomen en las distintas áreas de la empresa», explica Kindelán.

La académica detalla que la asociación internacional de estos prestigiosos programas de formación superior exige una experiencia profesional de los alumnos superior a los ocho años, a fin de que hayan vivido el mundo de la gestión empresarial en profundidad y conozcan sus interioridades y los problemas que surgen en cada momento. «Muchas veces los profesionales vienen muy preparados y formados, pero les falta esa seguridad y confianza en sí mismos que les da el haber pasado 18 meses preparando proyectos, presentándolos en público, debatiendo, negociando… Se trata de un entrenamiento superintensivo que les da conocimiento, pero, sobre todo, capacidad de enfrentarse a distintas áreas que ellos no conocían. Las partes de comunicación no verbal, de ilusión, propósito y entusiasmo las interiorizan. Ellos lo notan, pero sobre todo, sus propios compañeros y sus jefes. Por eso, suele pasar que les ofrezcan un ascenso o que el profesional explore nuevas posibilidades en otro sector o en otra empresa», afirma.

El programa EMBA, en este sentido, permite trabajar de lunes a viernes, mientras los profesionales estudian y concentran toda la formación el fin de semana. Kindelán también considera que, de cara al networking, hay también una clara diferencia porque en el caso del EMBA es de más alto nivel, ya que se puede establecer una red de contactos mucho más especializada. Asimismo, el programa mantiene convenios con importantes empresas, en virtud de los cual se organiza también una vez al año una sesión de salidas profesionales. «Se trae a los directores de recursos humanos de empresas para que conozcan a nuestros candidatos. Hay una relación muy cercana con las empresas y, a nivel internacional, muchas alianzas con universidades de casi todos los continentes. En cifras concretas, hablamos de acuerdos con 40 países», concluye la directora.

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