Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 9 de abril en la jornada que la Asociación Aragonesa de Amigos del Libro dedicó a las neurociencias en la Biblioteca de Aragón con la conferencia «Santiago Ramón y Cajal, humanista», en la que retomó su discurso de ingreso en la RAED con un enfoque divulgativo y didáctico. Callabed es un miembro activo de esta entidad nacida hace casi tres décadas para fomentar la lectura y el conocimiento.
En su exposición, el académico repasó de forma exhaustiva la figura y la obra del premio Nobel de Fisiología y Medicina español desde su infancia y adolescencia en el Alto Aragón, su bachillerato en Huesca y sus estudios de Medicina en Zaragoza a sus cátedras y docencia primero en Valencia y luego en Barcelona, donde comenzaría una apasionante carrera como investigador que culminaría en el Instituto Nacional de Higiene y en el Laboratorio de Investigaciones Biológicas de la Universidad de Madrid. Sus estudios le llevarían a la concesión del Nobel en 1906.
Aunque Callabed quiso centrarse en el Ramón y Cajal menos conocido, apasionado del dibujo, la pintura y la fotografía, además de su obra literaria. «Creo que los aspectos humanos y artísticos ayudan a conocer mejor su obra», aseguró. La charla incidió también en la influencia que tuvieron en las investigaciones de este reconocido científico tanto el contexto social e histórico de la época en que le tocó vivir como los avances en los diferentes campos de la medicina que él mismo ayudó a desarrollar. Fue, además, el primer gran científico español reconocido internacionalmente que se abrió a los principales foros internacionales y que contribuyó a sacar a España de un aislamiento endémico.
Callabed lamentó las lagunas que aún existen sobre una figura decisiva en la medicina e instó a los futuros divulgadores científicos a emprender esta tarea de recuperación. Porque de Ramón y Cajal no se han publicado aún ni sus obras completas, ni su epistolario sistemático. Tampoco existen ediciones críticas de sus textos más importantes ni análisis monográficos sobre los temas centrales de su producción.