Francisco González de Posada
Catedrático de la Universidad Politécnica de Madrid, académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina y de la Real Academia de Doctores de España, presidente de la Academia de Ciencias, Ingeniería y Humanidades de Lanzarote y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 13 de diciembre en las Jornadas de Medicina de Fuerteventura, organizadas por la Academia de Ciencias, Ingeniería y Humanidades de Lanzarote que él mismo preside y que en esta ocasión estuvieron dedicadas a la memoria de Arístides Hernández Morán, reconocido médico rural y de familia canario fallecido el año pasado. El académico presentó el trabajo «Calentamiento global. Glasgow COP26: Prolegómenos, desarrollo y resultados», una materia que también abordó antes de la celebración de esta cumbre del clima en su trabajo en el proyecto Retos Vitales para una nueva Era que promueven la RAED y la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores.
Para el académico, la crisis climática es el principal problema que afronta la humanidad tanto desde el punto de vista científico, con una visión pluridisciplinar, como desde el ético, ya que se trata de la herencia que la sociedad actual dejará a las generaciones futuras. González de Posada parte de la base que el calentamiento global antropogénico es un hecho científicamente incuestionable, constatado con absoluta claridad en sus fundamentos, en sus manifestaciones y en sus consecuencias. Constituye un problema con la garantía de la evidencia científica y es de suma actualidad, por su condición de emergencia climática que precisa de actuaciones urgentes, mediante la necesaria adopción de compromisos firmes e incluso atrevidos.
Pese a que la cumbre de Glasgow ha resultado frustrante para los sectores que pedían una mayor implicación y, especialmente, ambición en el cumplimiento de los objetivos marcados en los Acuerdos de París, que fijaron el compromiso de la comunidad internacional de que no se lleguen a sobrepasar los 1,5º-2º de incremento de temperatura respecto de los estimados niveles preindustriales mediante un plan de acción mundial, el compromiso global sobre la descarbonización de la economía y la transición energética es un paso adelante que, además, vendrá marcado por el impulso de las políticas de recuperación y por el cambio político que ha vivido Estados Unidos.
«La comunidad internacional, por medio de los Acuerdos de París y de Glasgow, debe asumir un plan viable para descarbonizar urgente y totalmente la economía. Asimismo, es necesaria una mayor concienciación general de las sociedades desde la ciencia, desde la política y desde las religiones. Los intelectuales científicos deben dedicar mayor atención a la difusión de sus conocimientos; los responsables sociales insistir en las consecuencias y en las responsabilidades morales generales; las movilizaciones sociales, en estos momentos detenidas por la pandemia, deben recuperarse. En síntesis: debemos abordar desde la ciudadanía un menor consumo, enmarcar en esta situación los derechos humanos y reconocer la responsabilidad, y consecuente deber, en la salvaguardia del planeta», concluyó el académico.