Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presentó el pasado 19 de enero en el Instituto de la Ingeniería Española junto a Francisco González Redondo, profesor de Historia de la Ciencia en la Facultad de Educación de la Universidad Complutense de Madrid, el libro «La obra de Leonardo Torres Quevedo» (Los Cántabros), un completo estudio realizado por ambos sobre la obra de este particular ingeniero e inventor español de finales del siglo XIX y principios del XX que sintetiza sus diez trabajos más representativos, reproducidos a partir de los originales, del conjunto de una obra que le llevó a ser considerado «el más prodigioso inventor de su tiempo». Entre estos textos destacan las patentes del transbordador y de sus dirigibles, las memorias y ensayos sobre las máquinas algébricas, su concepto de automática y el aritmómetro electromecánico y las controversias en torno al telekino.
González de Posada y González Redondo protagonizaron precisamente la sesión que llevó por título «Leonardo Torres Quevedo: el más prodigioso inventor de su tiempo». En la sesión participaron José Trigueros, presidente del Instituto de la Ingeniería de España, y Antonio Moreno, presidente del Comité de Metrología de la institución, que se encargó de moderar el debate que prosiguió a la presentación. La obra se ha editado gracias a la colaboración de la editorial Los Cántabros y la Demarcación en Cantabria del Colegio de Ingenieros de Caminos, Canales y Puertos.
A lo largo de casi 500 páginas ilustradas se presenta la trayectoria del inventor y la reproducción facsímil, a todo color, de las patentes y memorias más representativas de su trayectoria. Torres Quevedo destacó en su tiempo por el desarrollo de unas máquinas algébricas que ocupan un lugar preeminente en la historia de la computación en esta fase mecánica que concluyó definitivamente con la aparición de las computadoras electrónicas ya entrado el siglo XX. Además, fue un investigador y teorizador fundamental para el desarrollo de la computación, como demuestra su estudio «Ensayos sobre automática. Su definición. Extensión teórica de sus aplicaciones», una obra pionera y fundamental en la historia del pensamiento automático y, por extensión, informático.
El presenta la biografía científica más actualizada sobre Torres Quevedo a lo largo de diez capítulos, en los que se abordan los diferentes campos de su contribución a la ciencia y la tecnología mundiales (el transbordador, las máquinas algébricas, los dirigibles, el telekino, los ajedrecistas y el aritmómetro electromecánico). Otro se centra en el Centro de Ensayos de Aeronáutica y el Laboratorio de Automática, las instituciones oficiales desde las que desarrolló su obra, y el lenguaje simbólico que concibió para las máquinas. En una segunda parte se reproducen los facsímiles, a todo color, de las patentes y memorias más representativas de su trayectoria.
González de Posada es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención y fue asimismo rector de la Universidad de Cantabria.
Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias. Preside la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote.