José María Baldasano, catedrático de Ingeniería Ambiental de la Universidad Politécnica de Cataluña y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), protagoniza una entrevista publicada en la edición digital del diario «La Vanguardia» el pasado 1 de mayo en la que reflexiona sobre la responsabilidad del ser humano en la actual crisis climática y la necesidad perentoria de que tome medidas para combatirla, aunque muestra también su escepticismo. Publicada en el espacio «Red de lectores», la entrevista forma parte de la selección de contenidos generados en esta comunidad de intercambio de contenidos de valor generados fuera de la redacción que promueve la publicación.
El académico señala las que considera tres grandes problemáticas para la Tierra en el presente y un futuro inmediato: el calentamiento global, la pérdida de biodiversidad y la contaminación. En todos los casos por factores antropocéntricos, como ha demostrado sobradamente la ciencia. «El ser humano es el primero y principal problema, la especie sigue creciendo y ya somos 8.000 millones de humanos. Igual el mandato bíblico de crecer y multiplicaos ya lo hemos cumplido. Pero dicho esto, en este momento los tres grandes problemas ambientales que tenemos son: el primero es el actual cambio climático, debido principalmente al consumo de los combustibles fósiles; el segundo es la pérdida de biodiversidad, debido al uso y ocupación del territorio y a la extracción de materiales; y el tercero, complementario de los anteriores, es la contaminación tanto en los entornos urbanos como en la explotación de recursos», explica Baldasano.
Para el experto, los procesos que condicionan el funcionamiento del sistema climático del planeta, tanto a nivel de la atmósfera, de la superficie terrestre y de los océanos, funcionan de forma coordinada al estar interrelacionados. «Hay un dato muy clarificador, del total del CO₂ emitido un 48% se ha quedado en la atmósfera, el resto está en los océanos y en el suelo terrestre. Pero, hablando en términos del calor retenido desde que empezamos a usar los combustibles fósiles con la máquina de vapor en 1750, solamente el 1% de la energía retenida está en la atmósfera, es lo que llamamos calentamiento global, el 90% está en los océanos y no solo en las capas superficiales, sino también en profundidad, ello es un indicador de la magnitud de la importancia de este proceso, un 4%, se ha empleado en derretir los hielos y el 5% restante se ha empleado en evaporar la humedad del suelo terrestre», detalla.
Ante esta situación solo queda una salida para Baldasano: la descarbonización de la economía a nivel mundial. «Estamos consumiendo combustibles fósiles en cantidades ingentes y la exigencia actual es dramática, pues tenemos que dejar de emitir CO₂ ya, y eso implica dejar de usarlos. Si esta conversación la hubiéramos tenido hace 30 años o incluso 20, la solución al problema, siendo muy compleja y complicada, hubiera sido más asumible. Pero a día de hoy la solución es mucho más difícil y compleja», explica.
«Si la especie humana es realmente inteligente, deberíamos saber hacer este cambio de forma lúcida, saber que el modelo basado en los combustibles fósiles que nos ha permitido llegar a un nivel de calidad de vida y tecnológico muy elevado y que hemos sido capaces de extenderlo a un porcentaje significativo de la población. Aunque existe todavía un gran margen obligado de mejora para un mayor equilibrio y equidad entre la población humana y en su relación con el planeta. A largo plazo, la única solución es que se consiga finalmente la fusión nuclear. Es un cambio climático acelerado en el tiempo sin precedentes en términos geológicos y, por lo tanto, deberíamos ser inteligentes para saber hacer el cambio de modelo lo más rápidamente posible», concluye.
Baldasano fue el autor del «Informe sobre cambio climático» que debatió la Comisión de Emergencia Climática del Parlamento de Cataluña y recientemente elaboró el «Informe de los Premios Rey Jaime I de Medio Ambiente sobre el Actual Cambio Climático», que firmó junto a José Luis Rubio Delgado, presidente de la Comisión de Medio Ambiente de estos premios y que presentó el pasado 11 de noviembre ante el pleno del Alto Consejo Consultivo en I+D+i de la Presidencia de la Generalitat Valenciana.
El académico presentó asimismo el estudio «Las zonas de bajas emisiones para mejorar la calidad del aire de las ciudades» en el encuentro virtual «Barcelona, zona de bajas emisiones», celebrado por el diario «La Vanguardia». Baldasano estudió a fondo los efectos de la reducción de emisiones que se produjo debido a las restricciones de movilidad a consecuencia de la pandemia en artículos como «Covid-19 lockdown effects on air quality by NO2 in the cities of Barcelona and Madrid (Spain)», donde apelaba a la implementación de nuevas políticas de movilidad urbana tras certificar una reducción de emisiones que se situó entre el 50% y el 62% en estas dos ciudades durante el mes de marzo de 2020.