Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 13 de octubre en el ciclo de conferencias «VIII Centenario Alfonso X el Sabio», organizado por la Cofradía Internacional de Investigadores en el Museo de la Santa Cruz de Toledo con el trabajo «Alfonso X y la Astronomía», en el que presentó el desarrollo que bajo el reinado del rey Sabio tuvo el estudio del universo, principalmente a través de la concepción aristotélica del universo, aunque también con la aportación de los estudios de origen árabe y hebreo. Un conocimiento que se agrupó en los denominados Libros Alfonsíes de Astronomía o Libros del Saber de Astronomía. El ciclo se completó con las sesiones que protagonizaron Alicia Valmaña con la charla «La recepción del Derecho Romano en Partidas, la herencia recibida», y José María Gómez Gómez, con la conferencia «Alfonso X. Poeta».
El académico explicó cómo en el escritorio alfonsí se estudiaron, corrigieron y ampliaron antiguos estudios de Astronomía, añadiendo tanto estrellas y nebulosas a los catálogos de la época como mejorando el conocimiento sobre los astrolabios, relojes y elementos tecnológicos de navegación mediante la observación de las estrellas. Todo ello completado con una compilación, sistematización y traducción que permitió unificar el saber de la época en esta y otras materias. Estos trabajos permitieron que no se perdiese el conocimiento clásico de la tradición de la Antigua Grecia y la Antigua Roma y de las tradiciones árabes y hebrea. La Escuela de Traductores de Toledo, también impulsada por el rey, jugó en este sentido un papel fundamental. En el conocimiento astronómico, el papel de Alfonso X fue fundamental para la salvaguarda y la difusión de los trabajos de Claudio Ptolomeo.
González de Posada incidió en una obra que adquirió una gran fama y que fueron la base de los estudios de Nicolás Copérnico: las Tablas Alfonsíes, un registro de posicionamiento de estrellas que resultó fundamental para la navegación y que fue también un elemento clave para predecir eclipses de luna y de sol. Hoy en día se considera esta obra como el inicio de los estudios de Astronomía de la Edad Moderna, que superó los postulados aristotélicos, ptolemaicos y tomistas para evolucionar hacia el conocimiento actual del universo. La paradoja es que ninguna de estas obras llegó a pasar por la imprenta, pese a ser fundamentales para dar un gran giro al conocimiento científico, consideró el académico.
El académico es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención y fue asimismo rector de la Universidad de Cantabria.
Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias. Preside la Academia de Ciencias e Ingenierías de Lanzarote.