August Corominas Vilardell

Dr. August Corominas

August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «La buena vida y la vida buena», en el que explica cómo a veces, el orden de los factores en una expresión sí afecta al producto, tanto desde un punto de vista conceptual como filosófico y psicológico. El académico ha compartido recientemente en esta publicación los artículos «La fragilidad de los mayores», «Los rostros del mal», «Maldad y crueldad. Apocalipsis destructivo en las guerras actuales», «La furia de los dioses», «Atención con la fragilidad y las caídas de los mayores», «La salud de los refugiados», «Fragilidad y antifragilidad», «La maldad de Putin» y «Nuevo apocalipsis y batalla de Armagedón», «Ser viejo o no», «Anti-Aging», «Grafeno: un elemento de gran futuro tecnológico», «Estadística de Hiroshima», «Vivir en la Luna», «La dieta mediterránea», «Can Ruti, historia de una ilusión», «El secreto de la longevidad en las ‘zonas azules'» y «Atención a las caídas, de noche y de día». Además, es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.

La vida buena es un estilo de vida marcado por la sencillez, la honestidad, la frugalidad en el consumo, la solidaridad con los demás congéneres y con el medio ambiente. Es también una vida de dedicación al trabajo, el servicio a la sociedad, el cultivo de la inteligencia espiritual y la alegría de vivir. No tener factores de riesgo.

La buena vida, que no es lo mismo, está determinada por la sensualidad, con la satisfacción de las necesidades sujeta al placer. Esta forma de vivir eleva la percepción de los sentidos a categoría de placer y es alimentada constantemente por la estructura de la sociedad de consumo. Su lema es «todo vale con tal de vivir bien», y la norma que sigue es la del placer por el placer. No importan los factores de riesgo.

La buena vida y la vida buena son dos conceptos que, aunque parecidos, tienen matices muy distintos. Veamos qué nos dice la ciencia y la filosofía al respecto:

  1. Buena vida: placer, sexualidad, comodidad, sedentarismo, toxicidad. La buena vida se refiere a un proceso continuo y no a un estado estático. Es una búsqueda constante del bienestar y no tiene un punto final. Para los griegos, la buena vida implicaba la contemplación, la sabiduría y vivir de acuerdo con la razón. Otros filósofos como Sócrates y Epicuro también ofrecieron sus propias perspectivas. La psicología positiva, a través de figuras como Martin Seligman, Barbara Fredrickson y Sonja Lyubomirsky, ha explorado el concepto de la buena vida. El modelo PERMA o teoría del bienestar de Seligman destaca aspectos como la positividad, el compromiso, las relaciones, el significado y los logros.
  2. Vida buena: vida saludable, activa, ejercicio físico, frugalidad, solidaridad. La vida buena se relaciona con la moralidad y las acciones éticamente rectas. No se trata sólo de vivir bien, sino de ser una buena persona. La vida buena implica acciones virtuosas y una existencia en armonía con valores éticos. A veces, lo que deseamos (como más dinero) no siempre se alinea con lo que realmente necesitamos (propósito vital, relaciones enriquecedoras, autoestima…). La vida buena se encuentra en el ser más que en el tener.

En resumen, la buena vida es un proceso continuo de bienestar, mientras que la vida buena se relaciona con la moralidad y la autenticidad. Ambos conceptos son importantes y pueden coexistir en nuestra búsqueda de una vida plena.