José Daniel Barquero, director de la consultora Strategic Economic Relations, catedrático de la Open University La Salle, miembro de honor del Consejo Superior Europeo de Doctores y académico de número de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), y Oriol Amat, catedrático de Economía Financiera y Contabilidad de la Barcelona School of Management de la Universidad Pompeu Fabra (UPF) y académico supernumerario de la RAED, firman sendos análisis sobre la reciente y controvertida oferta pública de adquisición (opa) que BBVA, una de las principales entidades financieras españolas, ha lanzado sobre Banco Sabadell. El primero publicó el pasado 6 de mayo en el diario «La Vanguardia» la tribuna «BBVA y Sabadell, la recta final», en tanto que el segundo publicó el 12 de mayo en el diario «El Punt Avui» el análisis «Els grans oblidats en l’opa del BBVA al Banc Sabadell».
Para Barquero, la compra, si se acaba materializando, puede llegar a causar graves perjuicios a España y a Europa así como a los inversores internacionales, que verán una España con una reducción de bancos importantes, con un escenario en el que quedarán BBVA, CaixaBank, Santander, Unicaja y Bankinter. «Sin ir más lejos, si se produce la compra, en la Comunidad Valenciana dos grandes entidades controlarán algo más del 60% del mercado, y en Catalunya también dos grandes bancos controlarían el 90% del mercado», señala el experto. «¿Podrá Banco Sabadell cumplir esos 150 años sin ser comprado? Está claro que con este revuelo Banco Sabadell vale más, y es justo reconocer que es bueno para los accionistas y para ambos bancos. Pero ¿esto es lo que necesitan y quieren España y Europa, ante sus nuevas políticas económicas, a pesar de la libertad de los mercados? ¿Necesitamos más oligopolios en la banca? ¿Es la manera correcta de enfrentarse la banca a los nuevos tiempos? ¿Es esta la política que quiere España de reducción de empleo y aumentar oligopolios? ¿Alguien cree que en dos años no veremos despidos y prejubilaciones forzosas?», se cuestiona el académico.
Amat, por su parte, considera que para que la operación pueda salir adelante será necesario cumplir con varios requisitos legales que, a día de hoy, BBVA no tiene garantizados: las autorizaciones del Banco Central Europeo y de la Comisión Nacional del Mercado de Valores y la aprobación de la Comisión Nacional de los Mercados y la Competencia, ya que se trata de una concentración empresarial con importante impacto en los mercados y la calidad de la competencia. «Sobre todo esto se está hablando estos días y el tema central es el precio que el BBVA está ofreciendo a los accionistas del Banco Sabadell, y si éstos aceptarán o no la oferta. Dado que el precio que el BBVA ha ofrecido es un 30% más de lo que valían las acciones del Sabadell en el momento del anuncio de la oferta, los accionistas pueden estar tentados a vender sus acciones. Sin embargo, más allá de los accionistas, que son los que cuentan, ya que tienen la última palabra sobre su aceptación, existen otras partes interesadas que, desgraciadamente, no están siendo escuchadas. Estamos hablando esencialmente de los trabajadores, clientes y autoridades catalanas», reflexiona el reconocido economista.
Para los dos analistas, si bien los accionistas son una parte clave en esta operación y quienes pueden decidir el futuro de ambas entidades siempre que las autoridades no impidan la hipotética absorción, es esencial escuchar a otras partes afectadas, como los trabajadores, los clientes y las autoridades. «Una operación como esta, y desde una visión a largo plazo, no solo debe centrarse en el beneficio económico inmediato para los accionistas, sino también en la sostenibilidad social y económica. Si creemos que las empresas tienen una responsabilidad social que va más allá de sus accionistas, entonces hay que escuchar y tener en cuenta a todas las partes interesadas», concluye Amat.