Ángel Baldomero Espina, doctor en Filosofía y Ciencias de la Educación y profesor de Antropología Social de la Universidad de Salamanca, ingresó como académico correspondiente de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) durante una solemne sesión que se celebró en la Sala de Actos de Fomento del Trabajo, sede a su vez de la Real Corporación, el pasado 18 de diciembre. El acto pudo seguirse tanto de forma presencial como en streaming a través el canal de YouTube de la RAED, donde puede visionarse. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «La antropología de Iberoamérica: pasado y presente». Le respondió el académico de número Joaquim Gironella, en nombre del académico emérito Ángel Aguirre, el cual no pudo estar presente en el acto.
Presidente de la Sociedad Española de Antropología Aplicada, el recipiendario resumió sus amplios estudios sobre antropología esbozando un estudio sociocultural y comparativo de los pueblos de la Península Ibérica y de Iberoamérica, citando algunos de sus más destacados símbolos, festejos y mitos para trazar una ruta de encuentros y desencuentros. Para ello, resumió la evolución de la antropología iberoamericana desde la consideración del primer indigenismo a la antropología moderna, con el estudio de los denominados indigenismo republicano y el neoindigenismo y las posturas actuales, para definir las culturas e identidades indígenas, criollas y afroamericanas, la tradición ibérica en América y las identidades iberoamericanas fruto del mestizaje. Para entrar en el detalle, Espina puso ejemplos interculturales concretos de sincronismo, como las figuras míticas de origen profano y religioso y sus festividades.
«Se afirma en la mayoría de los tratados y manuales de la especialidad antropológica que la misma comenzó de manera científica en el siglo XIX con la eclosión del evolucionismo, primero biológico y después cultural. Concretamente se data el inicio de la antropología moderna en 1859, cuando se publica, por Charles Darwin, ‘El origen de las especies’. Posteriormente, con ese mismo paradigma evolucionista, se publican las obras de los primeros llamados ya antropólogos: Lewis Henry Morgan, Edward Burnett Tylor, James George Frazer, entre otros. Esto puede tener cierta lógica, pero en modo alguno puede significar que antes de la fecha indicada no hubiera muchas obras que consideraríamos hoy de antropología, ni tampoco que hubiera abundantes escritores que, denominados de diversas formas, nos legaran libros de alto interés antropológico cultural. Y precisamente en la conformación de esa rama del saber, el continente americano será de decisiva y extraordinaria importancia», destacó Espina, poniendo en valor el excelente modelo antropológico de la región.
El nuevo académico acabó definiendo los mecanismos de evolución de la identidad cultural iberoamericana que él mismo ha articulado a lo largo de su trayectoria científica, resumidos en el proceso de sobredeterminación, transignificación, mimetización, politización, turistificación y mercantilización. «Estos mecanismos, que nunca hemos visto de esta manera formulados en la literatura sobre la identidad y que hemos ido perfilando a lo largo de los años, a posteriori de muchas etnografías iberoamericanas, pensamos que dan explicación cierta de cómo se forman, cómo evolucionan y cómo actúan los símbolos implicados en nuestras culturas e identidades transatlánticas y demuestran la compleja, íntima y trascendente existencia de una fuerte relación entre las mismas», concluyó.
Investigador adscrito al Instituto Universitario de Iberoamérica, Espina es asimismo director del Programa de Doctorado Interuniversitario en Antropología de Iberoamérica y del máster oficial adaptado al Espacio Europeo de Educación Superior en la misma especialidad. Es director académico de múltiples investigaciones, publicaciones de libros, congresos internacionales, tesis doctorales y redes internacionales universitarias, en todos los casos en relación con los estudios antropológicos de las culturas de España, Portugal e Iberoamérica. Ha impartido docencia de posgrado como profesor invitado en más de treinta y cinco universidades y entre sus libros sobresalen «Freud y Lévi-Strauss» y «Manual de Antropología cultural», por los que ha recibido varios premios académicos. Es director de la «Revista Euroamericana de Antropología».