Jordi Martí
Profesor de Economía y Contabilidad de la Universidad de Barcelona y académico de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Jordi Martí, profesor de Economía y Contabilidad de la Universidad de Barcelona y académico de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) aborda los retos de la digitalización y la lucha contra la brecha digital en el mundo postCovid en el trabajo «La programación informática como reto para la generación del bienestar futuro», que presenta en la primera edición del proyecto Retos Vitales para una Nueva Era, impulsado por la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores junto a la RAED. La primera entrega de Retos Vitales vio la luz el pasado mes de abril en formato de libro con el objetivo de establecerse como un informe pluridisciplinar anual de referencia sobre la nueva realidad que surge tras la pandemia.
Para el académico, el bienestar futuro y la paz de la humanidad radica en los nuevos lenguajes de programación. Por lo tanto, el reto vital es utilizar correctamente esta inmaterialidad para mejorar las condiciones de vida de todo el planeta. «La digitalización de la sociedad es hoy una realidad, sus orígenes son más remotos de lo que a menudo se ha explicado públicamente. Numerosos científicos a lo largo de la historia han ido desarrollando instrumentos de cálculo (ábacos, reglas logarítmicas) y también ingenios mecánicos de todo tipo. A mediados del siglo XX se construyen algunos grandes ordenadores que desarrollan una nueva actividad antes solo vislumbrada por Ada Lovelace cuando en 1854 escribe unas ‘Notas sobre la máquina de calcular de Charles Babbage’«, inicia Martí su trabajo.
Junto a la figura de Ada Lovelace, única hija legítima de Lord Byron, el académico reseña la figura de varias de las mujeres que, pese al desconocimiento general, fueron pioneras en la utilización de estos lenguajes de cálculo que favorecieron el desarrollo de la computación. «La historia de la informática se ha percibido como la de la construcción de máquinas cada vez más potentes, olvidando que tras ellas hay un gran trabajo de programación. La riqueza material de los ordenadores debe comprenderse con la riqueza inmaterial de los lenguajes de programación. Las primeras personas que se dedicaron a la programación eran mujeres y su invisibilidad era fruto del impacto que generan los nuevos productos informáticos cada vez más potentes y cada vez más pequeños. La miniaturización de las máquinas va destacando cada vez más la importancia de los lenguajes de programación», señala el experto.
Tras presentar las bases y los inicios de la programación y el desarrollo de software cada vez con un carácter más pluridisciplinar y complejo con un sinfín de aplicaciones en prácticamente todos los ámbitos del saber, Martí apunta a la programación como fuente de conocimiento y destaca un valor humanístico que considera intrínseco. «A lo largo de la historia se han visto saltos hacia delante en proceso de datos que no podían ser seguidos por los avances en programación. Adecuar los planes de estudio para que la informática se introduzca como un instrumento para avanzar en los conocimientos más diversos es un reto vital. Conseguir que los nuevos lenguajes de programación sean vías de paz y prosperidad exige que se desarrolle una formación multidisciplinaria e interdisciplinaria. Los nuevos lenguajes deben servir para acercar conocimientos y generar nuevas soluciones a problemas muy antiguos que los humanos no hemos resuelto convenientemente hasta el momento», concluye.
Retos Vitales para una Nueva Era ha iniciado su andadura con el compromiso de una cuarentena de científicos, entre ellos varios premios Nobel, exministros y exjefes de Estado, todos referentes en sus ámbitos de estudio, que aportarán sus propuestas para elaborar este completo y novedoso estudio. Una rigurosa guía de la denominada nueva realidad desde sus múltiples aristas.