Miquel Ventura, director de proyectos de la Fundación Pro Real Academia Europea de Doctores e impulsor del proyecto de observación y protección de la biodiversidad marina Silmar, presenta a la comunidad académica el artículo «Una visión humanística de la Educación 4.0. Emulando a los clásicos», que complementa sus recientes reflexiones sobre el papel que la Fundación y la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) en este obligado cambio de era en el que la humanidad se juega buena parte de su futuro.

Una visión humanística de la Educación 4.0. Emulando a los clásicos

El reputado paso del mito al logos se ha convertido a lo largo de la historia en un tópico que hay que revelar para comprender la evolución del conocimiento humano hasta nuestros días. El mito entiende un mundo donde los dioses son el origen de cada fenómeno natural; así, un temporal, un rayo o su trueno responderían a la voluntad del dios de turno.

La percepción que la humanidad ha tendido de la esencia y naturaleza de elementos como el sol o el mar ha ido evolucionando en base al conocimiento adquirido y del pensamiento crítico sobre el porqué de las cosas. Hoy el astro rey y el gran océano vuelven a ser importantes como dioses desde el conocimiento más evolucionado y por el bien de nuestra supervivencia. Foto: Miquel Ventura Monsó. Fundación RAED

Por el contrario, el logos busca explicar las cosas del mundo estrictamente desde la razón. Pensar o razonar desde el logos tiene el objetivo de llegar al principio de las cosas desde el conocimiento y por medios científicos y empíricos.

Tales de Mileto (siglo VI aC) personifica el nacimiento del pensamiento racional en la cuna de la civilización occidental por el hecho de pensar que la naturaleza se puede explicar de forma científica. Las presunciones anteriores a Tales, y muchas posteriores que incluso aún perduran hoy en día, ponen el origen del mundo y de los fenómenos naturales a merced de la voluntad de los dioses, de alguna fuerza extraterrestre o cosmológica. La radiación solar estaba relacionada con el ánimo de Zeus, las plagas eran castigos celestiales, y el mar enfurecido era la ira de Poseidón.

Hoy, el conocimiento adquirido y transmitido desde la educación nos exige también un cambio de paradigma. En el contexto de la actual situación del mundo, altamente competitivo que sobrevive dando tumbos y tiende a colapsar, lo que necesitamos es colaboración global y sinergia, solo así superaremos los retos a los cuales nos enfrentamos. Recientemente, se hablaba en estas páginas sobre el concepto de biomímesis (imitar a la naturaleza) y como argumentaba Lynn Margulis, el éxito de la evolución biológica en el planeta Tierra, a pesar de sus crisis y extinciones, ha sido gracias a la reciprocidad entre las especies. Hoy más que nunca en el mundo el concepto de cooperación es insoslayable y debe formar parte de nuestro mensaje educativo para la sociedad global y desde el conocimiento.

Por otro lado, la irrupción de las nuevas tecnologías de comunicación e internet ha cambiado radicalmente a la sociedad por la forma de acceder y consumir información. Esta realidad disruptiva también integra grandes inconvenientes poniendo el concepto global de logos, el pensamiento racional desde el conocimiento racional y empírico, contra las cuerdas. La penetración masiva de la posverdad y las «fake news» en las redes sociales y en los medios de comunicación han incrementado la polarización de la sociedad y de su incertidumbre sobre la realidad de nuestro entorno y nos ha dejado en la cuerda floja. Ejemplos claros de ello son la divergencia social frente a la Covid-19, la realidad de los efectos del calentamiento global o los verdaderos retos del planeta en la era del Antropoceno.

La demanda de las nuevas habilidades profesionales y la gran polarización socioeconómica del mundo requiere que los sistemas educativos y sus contenidos se adapten en la preparación de los nuevos ciudadanos globales. La educación debe adaptarse para capacitar a las nuevas generaciones con las habilidades necesarias para crear un mundo más inclusivo, colaborativo, cohesionado y sostenible.

En este contexto de cambio, una de las plataformas del Foro Económico Mundial editó el libro blanco sobre la nueva Educación 4.0 para dar forma al futuro de la nueva economía y a la sociedad identificando los nuevos modelos de educación necesarios para afrontar la cuarta revolución industrial donde la digitalización de los procesos, el Big Data, la inteligencia artificial y el medio ambiente son los ejes fundamentales enfocados a los 17 Objetivos de Desarrollo Sostenible (ODS) en el horizonte 2030. El libro blanco de la educación identifica ocho características que debe integrar el nuevo aprendizaje social donde la cooperación es un factor transversal y son los siguientes:

  • Las habilidades de ciudadanía global: deben incluir contenido para crear conciencia sobre el mundo en general y promover un papel activo y colaborativo en la comunidad global.
  • Habilidades de innovación y creatividad: incluye contenido que fomenta las habilidades necesarias para la innovación, incluidas las complejas resoluciones de problemas, pensamiento analítico, creatividad y análisis de sistemas y colaboración.
  • Habilidades tecnológicas: integra contenidos basados en el desarrollo de habilidades digitales, incluida la programación, responsabilidad y el uso y la transmisión de la tecnología.
  • Habilidades interpersonales: integra contenido que se centre en inteligencia emocional interpersonal, incluida la empatía, cooperación, negociación, liderazgo y conciencia social.
  • Aprendizaje personalizado y a su propio ritmo: pase de un sistema donde el aprendizaje está estandarizado a uno basado en las diversas necesidades individuales de cada alumno y lo suficientemente flexible como para permitir que cada alumno progrese a su propio ritmo.
  • Aprendizaje accesible e inclusivo: pasar de un sistema en el que el aprendizaje se limita a quienes tienen acceso a organizaciones educativas a uno en el que todos tengan acceso al aprendizaje y, por tanto, inclusivo.
  • Aprendizaje colaborativo y basado en problemas: acercar la educación a los problemas reales a través de proyectos que requieren la integración de todas las habilidades que integra el equipo; eso requiere la colaboración de compañeros y refleja la realidad del trabajo profesional de futuro.
  • Aprendizaje permanente e impulsado por los estudiantes: pasar de un sistema donde el aprendizaje y la habilidad disminuyen a lo largo de la vida útil a uno en el que todos mejoren continuamente en las habilidades existentes y adquieran nuevas en función de sus necesidades individuales.

A través de una campaña global de «crowdsourcing», la plataforma del Foro Económico Mundial identificó 16 ejemplos de escuelas de educación, programas y sistemas escolares que están allanando el camino hacia la Educación 4.0 basados en la singularidad de su enfoque, impacto demostrado, la diversidad geográfica y la cooperación. Estos ejemplos son útiles para actuar como catalizadores para el cambio hacia una transformación más holística de los sistemas educativos a nivel mundial.

Frente a este reto, desde la Fundación trabajamos educando a nuestros alumnos universitarios y así como con los voluntarios a pensar de forma libre, democrática, desde una visión humanística del conocimiento y de la dimensión humana, queriendo emular, en lo posible, a los grandes clásicos de la cultura griega y alineándonos con el libro blanco de la Educación 4.0. Desde nuestra pequeña acción educativa, la Fundación transmite y enseña a sus alumnos a trabajar en equipo y desde una visión integral de las disciplinas profesionales de manera colaborativa y sinérgica.

Alumnos de la UB y de la UAB realizando el trabajo de final de grado en el marco del proyecto Silmar

Alumnos de la Universidad de Barcelona y de la Universidad Autónoma de Barcelona realizando el trabajo de final de grado (TFG) en nuestra Fundación en el marco del proyecto Silmar de gestión y conservación integrada de la costa. Foto: Fundación RAED.

La enseñanza clásica en general y la enseñanza superior en particular se han centrado en un modelo que, en gran parte, está obsoleto, las licenciaturas son cada vez más cortas y vacías de contenido útil para los retos del mundo y de lo humano. Por otro lado, el síndrome del máster, a excepción de algunos programas formativos de calidad y bien orientados a cubrir un mercado laboral dinámico y necesitado, no hace más que generar más posgraduados con más títulos, pero sin una orientación profesional clara que mejore su situación laboral y afronte con responsabilidad la realidad del mundo en que vivimos. La sociedad está cambiando rápidamente y las instituciones educativas también tienen que cambiar.

Sesiones formativas de la Fundacion RAED, con estudiantes y voluntarios

Sesiones formativas y de actividades prácticas que realiza la Fundación RAED con estudiantes universitarios y voluntarios donde se promueve el concepto del conocimiento integrador y humanístico con la misión de integrar una visión más cercana del mundo globalizado y colaborativo que necesitamos crear. Fotos: Fundación RAED

Para terminar, utilizaré un sabio fragmento que Ismail Serageldin, director de la Biblioteca de Alejandría y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) hizo para el proyecto Retos Vitales para una Nueva Era de 2021. «Aquellos que quieran aprovechar el momento de la pandemia de Covid-19 para promover una recuperación verde y promover una recapacitación y perfeccionamiento de sus pueblos ayudarán a impulsar el sistema educativo hacia las nuevas formas de educación que prevalecerán en el siglo XXI. Y una nueva generación de niños prosperará en un sistema impulsado por su propia curiosidad y que permitirá a cada individuo alcanzar el máximo de sus capacidades y devolver a la sociedad lo mejor de sus talentos».

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