Carlos Cortina, delegado para España de las Órdenes Dinásticas de la Casa Real de Saboya y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «San Jorge, el Glorioso Patrón del Real Estamento Militar del Principado de Gerona y de la Cofradía de San Jorge», en el que explica la ceremonia que se celebró el pasado 29 de abril en la catedral de Girona para celebrar el día de san Jorge, patrón de los caballeros y las damas del Real Estamento Militar del Principado de Girona. Durante la ceremonia, se renovaron e incorporaron nuevos miembros a la organización. Además, se celebró la lluvia como un regalo de san Jorge, ya que rompió la sequía que afectó a la región.
La ceremonia en la catedral incluyó la lectura de una epístola de san Juan y una lectura del Evangelio según San Mateo, resaltando la importancia de caminar hacia la luz y rindiendo homenaje a aquellos que han fallecido. También se dijo la incorporación de nuevos caballeros y damas a la institución. Además, se hizo mención de las autoridades, órdenes y corporaciones presentes en la ceremonia, así como la presencia de las autoridades militares. La ceremonia acogió también un homenaje a la Torre de Vivet y a la familia de los Pozo en el municipio de Esponellà.
«El momento más entrañable de la ceremonia fue, sin ningún género de dudas, el tributo del recuerdo y el homenaje a cuantos partieron hacia la morada del cielo, habiendo sido ejemplo entre nosotros e intercesores tras dejar esta existencia terrenal para comparecer ante el Buen Pastor. Cada uno de los nombres fue y es un referente, una singladura vital y un retazo de honor y gloria del Real Estamento. El nombre de los cuales, cofrades de san Jorge y caballeros y damas celestiales, se han convertido en abogados y auténtica oración y jaculatoria para quienes lloramos su partida, con la resignación de que la muerte no es el final y la esperanza de un reencuentro definitivo», detalla Cortina.
De construcción medieval y custodiada por la familia Pozo, la Torre de Vivet es un símbolo de la permanencia de los valores de originales de Principado. «Se trata de una manifestación espectacular que sintetiza el espíritu de una época, una masía con una torre circular que se alza y recorta el horizonte, de forma imponente y con la elegancia de la simplicidad. Como un centinela de piedra impávido y defensor, paternal y silencioso, siempre omnipresente, o el particular zigurat del vecindario de Les Caselles, próximo a la tierra y cercano al cielo, un guardián altivo e inmóvil al que nada ni nadie arredra, porque la piedra lo envuelve y le da forma, tal coraza telúrica y cilíndrica perfecta y un faro referente y guía en las tierras de interior», explica el académico.
Cortina ha desarrollado su actividad profesional e investigadora en las disciplinas de ceremonial, protocolo y relaciones públicas, desempeñando el cargo de jefe de Relaciones Institucionales y de Protocolo en diversas empresas e instituciones públicas. Es autor de obras de referencia en el ámbito del protocolo como el «Reglament de Protocol, Cerimonial, Honors i Distincions per als Ajuntaments» (2010). Socio fundador de la Asociación Catalana de Protocolo y Relaciones Institucionales, ha sido distinguido con la Medalla de Plata y la Medalla de la Constancia de la Cruz Roja (1991 y 1992), la Cruz Oficial de la Orden del Mérito Civil (2000), el Premio Nacional de Ceremonial y Protocolo Marqués de Mondéjar (2001), el Premio Nacional de Protocolo y Relaciones Institucionales (2017), la Medalla de Oro del Papa León XIII para la Custodia de Tierra Santa (2019) y la Medalla Benemerenza de Oro de la Orden Constantiniana (2021).