Josep Ignasi Saranyana, profesor emérito de la Universidad de Navarra, miembro «in carica» del Pontificio Comité de Ciencias Históricas y académico emérito de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Què vol dir que Déu ens estima?», publicado en el número 5 de la «Revista d’Humanitats», correspondiente al año 2021, que edita la Universidad Internacional de Cataluña. El artículo es la transcripción y adaptación de una conferencia pronunciada por el autor cuando se publicó la exhortación apostólica «Christus vivit», del Papa Francisco, el 2 de abril de 2019, dirigida principalmente a los jóvenes para ayudarles en su discernimiento vocacional.
El artículo aborda la relación entre el amor, la amistad y la caridad, tomando como referencia a figuras aparentemente tan dispares como santo Tomás de Aquino y Friedrich Nietzsche. Saranyana explica cómo la filosofía de Nietzsche puede influir en la sociedad actual y cómo se puede interpretar la relación entre libertad e igualdad. También menciona la crítica de Max Scheler a la ética kantiana, resaltando la importancia de los valores frente a la mera obediencia, así como la relevancia de las virtudes en la teología moral y la necesidad de comprender el amor a Dios como una virtud teologal.
Tras introducir este contexto, en autor explora el significado de la afirmación de que Dios nos ama, utilizando ejemplos de poesía y referencias bíblicas, y analiza las diferencias entre los términos griegos «agape» y «eros» en relación con el amor, especialmente en la concepción de la caridad como virtud teologal en la teología cristiana. Asimismo aborda la dificultad de traducir conceptos teológicos entre diferentes idiomas y épocas, así como la importancia de la Revelación para comprender cómo amar a Dios.
«Desde la revolución del 68 nos encontramos con dos problemas fundamentales al presentar los fundamentos de la teología moral y de la ética de inspiración cristiana, ambos derivados de la filosofía que se ha empollado desde la Ilustración. Si no enfocamos bien estos dos problemas, podemos perturbar nuestra comprensión de la Revelación: por un lado, la confusión entre el amor-pasión y el amor-virtud. En mi opinión, habrá que hablar más de las virtudes y recordar más a menudo que no más las virtudes hacen el hombre bueno. Además, y refiriéndonos a Dios, es necesario rememorar que nuestro amor a Dios no es amor-pasión, sino caridad, es decir, una virtud teologal. Con todo, habrá que tener mucho cuidado a la hora de hablar de valores, porque la teoría de los valores depende de una corriente filosófica que está contaminada: los valores, tal y como ahora se entienden, no arraigan en el ser de las cosas. La solución del problema teológico nos viene, pues, de la propia Revelación», concluye el teólogo.