Karl Jaspers

Karl Jaspers

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ofrece los mejores consejos para el presente recogidos de autores clásicos en los artículos «La vigencia filosófica de Karl Jaspers», «Las reflexiones de Epicuro para una vida feliz», «Consejos de Lucrecio para alcanzar la serenidad», «45 máximas de Séneca para el siglo XXI» y «10 ideas de Marco Aurelio a tener en cuenta», publicados entre los pasados 16 de marzo y 2 de mayo en la sección «Lectores expertos» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa.

En «La vigencia filosófica de Karl Jaspers», el académico recuerda cómo este filósofo y psiquiatra a alemán se mostró muy insatisfecho con la forma en que la comunidad médica de la época abordaba el estudio de las enfermedades mentales y se propuso la meta de mejorar la situación. «La insatisfacción de Karl Jaspers con la comprensión popular de las enfermedades mentales lo llevó a cuestionar tanto el criterio de diagnóstico como los métodos clínicos de la psiquiatría. Introdujo un nuevo método de estudio. Estudió varios pacientes en detalle, registrando información biográfica respecto de ellos y notas de cómo se sentían acerca de sus síntomas. Esto llegó a ser conocido como el método biográfico», explica.

Por otra parte, en «Las reflexiones de Epicuro para una vida feliz», Callabed explica que para el filósofo griego era necesario encontrar valores individuales sobre los que edificar la felicidad personal. «Epicuro (Samos, 341 a.C. – Atenas, 270 a.C.) lo tenía claro: ‘El placer que se persigue debe ser bueno y valioso. En el epicureísmo las ideas se centran en reflexiones morales que permiten una vida feliz. Consistía en saber vivir como ser humano, miembro de un Estado sin fronteras que es un mundo cambiante, incierto y amenazante. Era necesario encontrar valores individuales, pues los colectivos se habían esfumado, sobre los que edificar la felicidad personal», señala.

En «Consejos de Lucrecio para alcanzar la serenidad», el presidente del Club de Pediatría Social apunta las recetas del poeta de la Antigüedad clásica sobre la tranquilidad y el placer de la vida tranquila alcanzables para todo el mundo. «Para Lucrecio, el espíritu tiene deseos como la avaricia, la ambición, el honor, que deben ser rechazados. Lucrecio hace referencia en su poema a las tres primeras máximas del tetrafármaco epicúreo: ‘No temas a los dioses, no te preocupes por la muerte; lo que es bueno es fácil de conseguir, lo que es terrible es fácil de soportar'», resume.

Joaquín Callabed - V Acto Internacional RAED en Budapest (Hungría)

Dr. Joaquín Callabed

En «45 máximas de Séneca para el siglo XXI», el académico esboza las principales pautas de la obra de la principal fuente escrita de filosofía estoica que se ha conservado hasta la actualidad. «La influencia de Séneca discurre en todo el humanismo y demás corrientes renacentistas. Su afirmación de la igualdad de todos los hombres, su desprecio a la superstición, sus opiniones antropocentristas, la propugnación de una vida sobria y moderada como forma de hallar la felicidad, se harían un hueco en el pensamiento renacentista», considera el experto.

Por último, en «10 ideas de Marco Aurelio a tener en cuenta», Callabed aborda la obra del autor de las «Meditaciones», consideradas como un monumento literario a un gobierno al servicio del deber. «Su doctrina filosófica estaba basada en el dominio y control de los hechos, cosas y pasiones que perturban la vida, valiéndose de la valentía y la razón del carácter personal. Como seres racionales, su objetivo era alcanzar, basándose en la tolerancia y autocontrol, la eudaimonía (felicidad o bienaventuranza) y la sabiduría en aceptar el momento tal como se presenta, al no dejarse dominar por el deseo de placer, la recompensa inmediata o el miedo al dolor; en definitiva, se trata de emplear la mente para comprender el mundo y acogerse al plan de la naturaleza», resume el autor el estoicismo que abrazó el significado emperador romano.