José Ramón Calvo, asesor estratégico del Barcelona Supercomputing Center-Centro Nacional de Supercomputación, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina del País Vasco y académico de número y presidente del Instituto de Cooperación Internacional de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), alertó de la proliferación de los mosquitos y el incremento de las enfermedades que pueden transmitir en la ponencia «Mosquitos y cambio climático», que impartió durante la sesión del Aula Telemática que el pasado 5 de junio celebró la Academia de Ciencias, Ingeniería y Humanidades de Lanzarote, de la cual es uno de los miembros más activos.
El académico comenzó su intervención reseñando las principales enfermedades que pueden transmitir los mosquitos: malaria, zika, dengue, chicunguña, fiebre del Nilo, leishmaniosis, fiebre amarilla, encefalitis de La Crosse o filariasis. También se han dado casos de coinfección de varias de estas enfermedades en una sola picadura. Calvo señaló cómo enfermedades que se consideraban endémicas están llegando a otras zonas geográficas a consecuencia del cambio climático y la misma presencia de los mosquitos tigre en Europa es la prueba más clara de ello.
Citando datos de la Organización Mundial de la Salud, Calvo señaló que las principales enfermedades de transmisión vectorial representan aproximadamente el 17% de la carga mundial de enfermedades infecciosas y llegan al ser humano a través de una amplia gama de insectos, entre los que se incluyen los mosquitos, los flebótomos, los triatominos, los simúlidos, las garrapatas, las moscas tsetsé, los ácaros y los piojos. A día de hoy es posible atribuir más de 700.000 fallecimientos al año a las enfermedades transmitidas por vectores.
Pese a sus molestias y peligros para los humanos, el académico señaló que los mosquitos cumplen una función dentro de sus ecosistemas, como la polinización o la cadena trófica. En cuanto a su capacidad de transmitir enfermedades mortales, esta también puede considerarse una función natural. El académico se detuvo en el examen de tres especies de mosquitos particularmente peligrosas: el Aedes, el Culex y el Anopheles, analizando sus diversas estrategias. Tras ello apuntó los principales métodos de prevención ante sus picaduras para concluir con el análisis de enfermedades como el paludismo o la malaria y su presencia en los diversos continentes.
«De todas las enfermedades transmitidas por vectores, el paludismo es el causante de la mayor carga mundial de morbimortalidad, ya que en 2018 causó aproximadamente 405.000 fallecimientos, la mayoría de los cuales eran niños menores de cinco años. Otros ejemplos de enfermedades de transmisión vectorial importantes son la enfermedad de chagas, la fiebre chikungunya, el dengue, la leishmaniasis, la esquistosomiasis, la fiebre amarilla y la enfermedad por el virus de zika. Los más recientes y graves brotes epidémicos de muchas de esas enfermedades que se han producido han repercutido de manera considerable sobre la morbimortalidad, lo que en algunos casos ha supuesto una carga abrumadora para los sistemas de salud locales. El dengue es la enfermedad transmitida por vectores que se ha propagado con mayor rapidez, ya que la magnitud de la epidemia ha aumentado en más de 15 veces desde el año 2000 y actualmente afecta a más de 129 países», señaló el ponente.
Más allá de los riesgos que pueden traer los mosquitos, en especial las especies más peligrosas, Calvo apuntó los principales métodos de prevención ante sus picaduras para concluir con las medidas que han puesto en práctica para acabar con los peligros que representan estos mosquitos, como la manipulación genética selectiva que ya se está llevando a cabo de forma experimental en algunos países. Asimismo, destacó la lucha gracias a las tecnologías de la información y la comunicación, el análisis y gestión de datos y las aplicaciones de Inteligencia Artificial.