Naohito Watanabe, excónsul general de Japón en Barcelona, académico correspondiente de la Academia Nicaragüense de la Lengua, académico honorario de la Academia de Geografía e Historia de Nicaragua y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), pronunció el pasado 29 de julio en Miami en una jornada organizada por el Movimiento Mundial Dariano la conferencia «Cuentos completos de Rubén Darío», en la que explicó tanto su primera toma de contacto con la figura y la obra del escritor nicaragüense cuando ejercía de diplomático en ese país como la traducción y edición en japonés de los cuentos del máximo exponente del modernismo en lengua española. Coincidiendo con el acto, el académico recibió el Certificado de Apreciación del Condado de Miami, formado por 35 municipios, por su contribución a la comunidad.
Watanabe es un profundo conocedor de la obra de Rubén Darío y es autor de la traducción al japonés de obras cumbres del autor como «Azul», «Viaje a Nicaragua», «Intermezzo tropical» y los citados «Cuentos completos». Es asimismo un reconocido divulgador de la obra de este autor y de su fascinación por Japón, un país que nunca visitó, pero que inspiró parte de sus composiciones y le permitió desarrollar lo que se dio a conocer como japonismo. El académico de honor explicó que se introdujo en la figura y la obra Darío casi por casualidad, al llegar a la misión diplomática de Japón en Nicaragua.
«Un día visité el Lago de Nicaragua, famoso por los tiburones de agua dulce. En el embarcadero había una niña chiquitita, quizás de ocho o nueve años, con el cabello rubio, ojos negros, tez morena quemada al sol, y vestida de harapos y además descalza. Ella se acercó sonriente a mí. Creí que iba a pedirme algún dinerillo como solían hacer los niños en los semáforos de aquel entonces. Pero qué sorpresa, ella empezó a declamar algo. Algo rítmico y versificado. Era un poema dulce y resonante, con cierta melancolía. Me quedé embelesado, fascinado, y sentí hasta el estremecimiento en mi corazón con la declamación de aquella niña. Así fue mi primer contacto con la obra de Rubén Darío», explicó el académico en su intervención.
Por su parte, el Movimiento Mundial Dariano tiene como objetivo mantener y promocionar la vigencia y vida y obra del autor a través de cátedras, publicaciones, actos y legados tangibles para establecerse como vínculo con numerosas instituciones culturales. En el ámbito internacional participó en la fundación del Instituto Cultural Rubén Darío en Miami y Washington D.C. coincidiendo con el primer centenario de la publicación de «Azul» en julio de 1988. Se trata de una institución sin ánimo de lucro inscrita en el Estado de la Florida y con sede en Miami.