Maria Àngels Calvo
Catedrática de la Facultad de Veterinaria de la Universidad Autónoma de Barcelona, académica de número de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la Real Academia de Farmacia de Cataluña, de la Academia de Ciencias Veterinarias de Cataluña, de la Real Academia de Doctores de España y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)
Maria Àngels Calvo, catedrática del Departamento de Anatomía y Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona y académica numeraria y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), ofreció el pasado 31 de enero la conferencia de apertura del curso académico de 2021 de la Real Academia de Medicina de Cataluña, de la que también es académica numeraria. Calvo presentó el trabajo «Efectes de la pandèmia per SARS-COV-2 en el comportament i les relacions interpersonals», en el que destacó las afectaciones que tiene la Covid-19, entre los afectados, su entorno y la población en general, sobre el bienestar emocional y las relaciones sociales, entendidos como elementos clave de la salud.
La sesión tuvo un aforo reducido siguiendo las recomendaciones de la autoridades sanitarias, pero se pudo seguir a través de streaming en en canal de YouTube de la Real Academia, donde permanece para su visualización. El discurso de Calvo estuvo acompañado de la presentación de la Memoria de Actividades de la Academia y del solemne acto de entrega de la medalla como académicos eméritos a Miguel Ángel Asenjo y Lluís Salleras. Asimismo, la institución procedió a la proclamación de los ganadores de los premios que concede anualmente, correspondientes a 2020, y a la convocatoria de los correspondientes a este 2021. Cerró el acto el presidente de la Real Academia de Medicina de Cataluña, Josep Antoni Bombí.
Para Calvo, la pandemia es una oportunidad para darnos cuenta de lo importante que son las relaciones humanas para nuestras vidas. «Una situación así nos ha cambiado, ha puesto en peligro la confianza de la ciudadanía con las autoridades, sanitarias y políticas. Pero sobre todo nos ha obligado a ver una nueva forma de afrontar la vida, con temor, que se extiende a todas las edades. El confinamiento ha cambiado la forma de relacionarnos. Ha afectado a nuestra autoestima y relación social. Con la gripe de 1918 ya hubo aislamiento social y una estigmatización de la enfermedad. La peste negra también cambió la Europa medieval, apareció una nueva burguesía y la falta de mano de obra potenció la ciencia y la tecnología. Veamos también esta pandemia como una oportunidad», reflexionó la académica.
Calvo apuntó la nueva normalidad que traerá la Covid, con un incremento del uso de las redes sociales y de la mensajería instantánea, con nuevas plataformas sociales que ya son la base de las relaciones laborales, la compra online, el teletrabajo y la educación telemáticas. «Nos costará tener proximidad fuera del entorno familiar y temor por acontecimientos multitudinarios. El turismo, la cultura y la restauración serán diferentes. También la educación, y tenemos el reto de volver a transmitir el conocimiento y la ilusión por él». En cuanto a las afectaciones a la salud que no ha provocado directamente el virus, la ponente apuntó la depresión grave o moderada, la ansiedad, las alteraciones de sueño, la apatía, el sentimiento de culpa, la tristeza, la irritabilidad, el cansancio, la visión negativa de uno mismo y del futuro y la incertidumbre. En este sentido pidió que las variables sociales y culturales deben sumarse a las sanitarias y económicas a la hora de emprender cualquier política de contención de la pandemia.