Isidro Fainé, presidente de la Fundación Bancaria La Caixa, de CriteriaCaixa, de la Confederación Española de Cajas de Ahorros (CECA) y del Instituto Mundial de Cajas de Ahorros y Bancos Minoristas, vicepresidente de la Real Academia de Ciencias Económicas y Financieras y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), lideró el pasado 29 de septiembre el XXI Congreso de la Confederación Española de Directivos y Ejecutivos, entidad que también preside, que se celebró en Bilbao con la presencia del Rey Felipe VI y personalidades del mundo empresarial como Antonio Garamendi, presidente de la Confederación Española de Organizaciones Empresariales (CEOE); José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y académico de número de la RAED; José Ignacio Goirigolzarri, presidente de CaixaBank; José María Álvarez-Pallete, presidente ejecutivo de Telefónica; Antonio Brufau, presidente de Repsol; Francisco Reynés, presidente ejecutivo de Naturgy; Josep Sánchez Llibre, presidente de Fomento del Trabajo; Ángel Simón, presidente de Agbar; Iñigo Ucín, presidente de Corporación Mondragón; Pablo Hernández de Cos, gobernador del Banco de España, o Larry Fink, fundador y CEO de BlackRock, entre otros.
En un momento en el que desde determinados sectores políticos se alientan las diferencias entre «ricos» y «pobres», Fainé apeló a los diferentes actores sociales a evitar que la desigualdad rompa las costuras sociales de la sociedad española. En ese sentido, señaló que la colaboración público-privada es algo más que acometer inversiones conjuntas y pidió diálogo y colaboración para afrontar la actual incertidumbre económica y conminó al Gobierno a acometer las medidas necesarias para reforzar la confianza de las empresas y que estas, a su vez, redoblen su compromiso con el empleo y el futuro del país. «Las empresas no son un enemigo que batir, no son el problema, sino una parte fundamental de la solución», señaló.
La crisis, de hecho, centró todas las intervenciones, que coincidieron en aportar soluciones y mirar hacia el futuro. «La magnitud y la persistencia del brote de inflación ha sorprendido a propios y extraños, incluidos los bancos centrales», consideró el propio Fainé. Ante esta situación, el directivo consideró que el diálogo en ámbitos como el pacto de rentas y la definición de unos marcos regulatorios sectoriales que aporten seguridad jurídica a los inversores es una buena parte de la solución. Asimismo, invitó a los políticos a evitar luchas partidistas y «diseñar un sistema tributario que sea a la vez estimulante, eficiente y equitativo en toda España, no únicamente en algunas autonomías».
«Los retos globales que tenemos por delante son de tal magnitud, que difícilmente puede exagerarse su importancia. Pero no tengo ninguna duda de que los empresarios y directivos somos plenamente conscientes de los enormes desafíos que se nos presentan en este nuevo mundo y de la necesidad que tenemos cada vez más de contar con unos directivos con coraje, con ese instinto imprescindible para hacer frente a los cambios de entorno, y con las habilidades adecuadas para saber gestionar aún mejor», defendió.