Teresa Freixes, catedrática Jean Monnet ad personam, presidenta de Citizens Pro Europe y académica de número y vicepresidenta de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), participó el pasado 16 de junio en el foro «Elecciones anticipadas; causas y consecuencias. Contexto de la Presidencia española del Consejo de Europa», que organizó la Facultad de Ciencias Jurídicas, Económicas y Sociales de la Universidad Católica de Valencia junto al Instituto de Estudios Europeos del mismo centro para analizar la incidencia de un hipotético cambio de gobierno y la tensión de la campaña electoral en el papel institucional de España en el seno de la Unión Europea. La sesión estuvo dirigida y moderada por Rafael Ripoll, director técnico del Instituto.
La vicepresidenta de la RAED abordó, desde la propia experiencia, las consecuencias de la decisión del presidente del Gobierno, Pedro Sánchez, de adelantar la convocatoria electoral. «Yo viví una presidencia española cuando negociábamos el Tratado de Ámsterdam y empezamos con el Gobierno de Felipe González y acabamos con el de José María Aznar. Pero a diferencia de ahora, los temas europeos se consideraban asuntos de Estado y se trabajaban conjuntamente. Había una posición común que no se movía. Ahora no sé si va a pasar lo mismo, porque no he visto ese consenso. También es cierto que ahora la Presidencia rotatoria no decide nada, pero de todas formas simbólicamente sí que puede marcar mucho», inició Freixes su reflexión.
Para la académica, un hipotético cambio de Gobierno puede comportar que los socios de España en la Unión Europea no lleguen a comprometerse con el actual Ejecutivo. Asimismo, la campaña hará aflorar los acuerdos del actual Gobierno con fuerzas que han tratado de romper el modelo de Estado, como es el caso de los partidos soberanistas o populistas. «Fuerzas como Podemos ha tenido como lema romper el régimen del 78 y su postura antieuropea ha sido también destacable. No entiendo cómo un partido como el PSOE ha podido llegar a establecer unos pactos con quienes trataban de romper España o con los sucesores de aquellos que habían asesinado a sus dirigentes», señaló.
En cuando a los extremos políticos, la jurista marcó las diferencias entre formaciones como Podemos -y ahora su sucesor Sumar– y Vox, que trata de implantar sus postulados desde el marco del Estado de Derecho y por ahora no ha justificado la violencia política. «Lo que está claro es que no es fácil formar mayorías para gobernar. Yo echo en falta en España un programa común de mínimo de las dos grandes fuerzas políticas, como ocurre en tantos países europeos, que les permitiese alcanzar grandes acuerdos y estabilizar la vida política sin depender de los extremos. El sentido común señala que tendría que formar Gobierno la fuerza más votada. La inmensa mayoría del voto se sitúa en la centralidad, y las minorías están en los extremos. Esas minorías deben existir e influir, pero no decidir», argumentó Freixes.
En cuanto a la violencia machista, la experta destacó que en el marco jurídico español está garantizada la defensa contra las mujeres y en el ámbito familiar y recordó que la Unión Europea está a punto de aprobar una Directiva Europea sobre la Lucha contra la Violencia sobre las Mujeres y la Violencia Doméstica, que adopta esta definición en lugar de la de violencia de género, que para la jurista responde a una traducción literal del inglés que conceptualmente no se adapta a la tradición legal de muchos países europeos, entre ellos España.