Montserrat Casanovas, catedrática de Economía Financiera y Contabilidad de la Universidad de Barcelona, presidenta de la Asociación Catalana de Contabilidad y Dirección (ACCID), de la Comisión de Economistas Docentes e Investigadores del Consejo General de Economistas y del Foro de Economistas en Mercados Financieros del Colegio de Economistas de Cataluña y académica de número y miembro de la Junta de Gobierno de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), interviene en el debate sobre la necesaria reformulación del sistema público de pensiones en España, asegurando que se hace necesario alargar la edad de jubilación a los 70 años. La académica argumenta esta reflexión en una amplia entrevista concedida al portal especializado 60ymás, de cuyo Comité de Expertos de Economía y Derecho forma parte.
«Es imprescindible alargar la edad de jubilación a los 70 años, debido al notable aumento de la esperanza de vida de la población en nuestro país. Aunque desde el punto de vista político sea una medida difícil de tomar. También es necesaria en términos generales la revalorización de las pensiones adaptada al IPC para poder hacer frente a la pérdida de poder adquisitivo de las pensiones, debido a la inflación. Sin embargo, periódicamente, cada tres o cinco años, debe revaluarse la sostenibilidad del sistema de pensiones», considera la experta.
Para Casanovas, el envejecimiento de la sociedad española es un hecho y, en consecuencia, un reto para el mercado laboral. Y, de la misma forma, un mercado laboral envejecido provoca unas mayores cargas sociales, al incrementarse el número de pensionistas en relación con el número de trabajadores activos y también un mayor número de bajas laborales por enfermedad y, por consiguiente, una disminución de la productividad en las empresas. En algunos casos es un trauma en las personas sanas, física y mentalmente, que se ven obligadas a prejubilarse o a jubilarse obligatoriamente. Ante esta realidad, la académica considera que la última reforma del sistema supone un paso adelante respecto a la normativa anterior, si bien la considera insuficiente para afrontar el aumento del gasto que supondrá la jubilación del Baby Boom.
«A mi entender, es imprescindible alargar la edad de jubilación a los 70 años, debido al notable aumento de la esperanza de vida de la población en nuestro país. Aunque desde el punto de vista político sea una medida difícil de tomar. Actualmente, una persona sana de 70 años está plenamente capacitada para desarrollar el trabajo que estaba desempeñando o uno nuevo, si ha estado permanentemente actualizando sus conocimientos y habilidades. Y este es precisamente uno de los retos de las Administraciones: impulsar mediante sus políticas económicas el talento sénior», considera la experta.
Asimismo, Casanovas apuesta por una cultura del ahorro que sustituya a la del consumo y por una fiscalidad favorable para impulsar los planes de pensiones particulares. «A mi entender, haría falta dar un paso legislativo atrás y volver a elevar el límite de los planes de pensiones individuales a 10.000 euros anuales. Asimismo, también debería revisarse la fiscalidad en el momento o momentos de rescate de los planes de pensiones», concluye.