August Corominas, profesor de Fisiología Humana de la Universidad de Murcia y de la Universidad Autónoma de Barcelona y académico emérito y miembro del Senado de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica el artículo «Mecanismos de tanatoquímica y tanatofísicos en el proceso de morir«. Adentrándose en esta misma materia, el académico compartió recientemente en esta publicación los artículos «Los cuatro jinetes del apocalipsis gerontológico: soledad, silencio, dolor y nocturnidad», «Reflexión antropológica de la edad centenaria«, «De abuelos a nietos» y «¿Es posible llegar a los cien años o incluso más?». Además es autor de uno de los capítulos del libro «Vitalidad al envejecer. Si lo deseas, puedes vivir más años con salud», editado por la Real Corporación con el apoyo de Vichy Catalán.
Mecanismos de tanatoquímica y tanatofísicos en el proceso de morir
Definición de muerte (tanatología)
La muerte es un fenómeno único en la vida y extraordinario al desaparecer una persona con nombre y convertirse en un cadáver. El concepto y la realidad de la muerte no es aceptada alegremente por la sociedad. Da miedo la muerte y el presunto sufrimiento que el proceso produce. Interesa la muerte digna, la muerte sin dolor. Se habla del tabú de la muerte en lugar de cultura de la muerte.
No ha sido muy estudiado el proceso, porque los médicos clínicos estudian y diagnostican al enfermo hasta el éxitus, después expiden el certificado de defunción y acaba su misión. Por otra parte, en muertes violentas al médico forense le interesa la causa de la muerte y la hora o días en que ha tenido lugar. Nada más que un informe pericial para el juzgado. Se llama cronotanatodiagnóstico. La muerte se ha representado metafóricamente como un cráneo, o un esqueleto cubierto, o como una figura religiosa. En México, la santa muerte.
La muerte es probablemente la única verdad indiscutible de nuestras vidas. Aunque intentamos eludirla en nuestra vida diaria, aunque sea un tema tabú para algunas sociedades occidentales, aunque no hablemos de ella, aunque queramos restarle el dramatismo, la muerte siempre está aquí y allá, presente, inmutable, eterna, quieta, silenciosa. Martin Heidegger dice que el hombre es un ser por la muerte, el hombre nace con la muerte y por la muerte; la muerte constituye junto con su antítesis, la vida, lo que podríamos titular como el dualismo existencial de la persona humana.
La muerte es un misterio, pero también es un hecho físico y un hecho visible y como resultado de su actuación nos deja la carne entregada a los gusanos. La muerte es presencia-ausencia consustancial a nuestras vidas. Un destino final hacia donde estamos condenados a andar desde nuestro nacimiento. El hombre no es el rey del universo, es un grano de arena de un desierto o una gota de agua de un océano. Según el astrobiólogo Carl Sagan, el hombre es polvo de estrellas, y máquina termodinámica que desgasta sus materiales y provoca errores metabólicos que ocasionan entrecruzamientos y sintetiza proteínas erróneas. Todo ello conduce a una autodestrucción, es decir, a la muerte.