Albert Estrada, doctor en Derecho y en Historia, ingresó como académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado 1 de octubre en Fomento del Trabajo, sede académica. El acto se pudo seguir tanto de forma presencial como en streaming a través del canal de YouTube de la RAED, donde puede visionarse. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «La medalla de premio en la publicidad. grandes exposiciones, marcas y propaganda en Cataluña (1888-1929)». Le respondió en nombre de la Real Corporación la académica de número y vicepresidenta de la Junta de Gobierno Maria Àngels Calvo. Estrada ya era académico correspondiente de la RAED desde el año 2016 y en este período ha desarrollado una intensa labor académica.
Durante su intervención, el nuevo académico numerario repasó el protagonismo de la medalla en las exposiciones y la incorporación de las recompensas industriales en la imagen comercial de las empresas para situar la materia de su discurso, ofreciendo ejemplos concretos como los de la fábrica de anisados de Vicente Bosch (Anís del Mono), el agua mineral del manantial Vichy Catalán, los Aceites y Aceitunas G. Sensat, la Cerrajería y Pararrayos J. Torrente o las antiguas farmacias Comabella y Cases, a las que sumó algunas marcas ya extinguidas como el taller de carpintería, construcción y depósito de fuelles José Castelló, el establecimiento y fábrica de efectos militares Castells, los establecimientos de fotografía de la familia Napoleon, la fábrica de pianos y armonios Bernareggi o la fábrica de paraguas, sombrillas y abanicos Bruno Cuadros.
«La celebración de las exposiciones ofrece un campo imprevisto, o no, de desarrollo y aburguesamiento de la medalla tradicional. Recordemos que la medalla surge en el Renacimiento como un pequeño objeto exótico y prestigioso que emula formalmente las viejas monedas griegas y romanas atesoradas por los coleccionistas. Surge como una especie de pequeña obra de arte monetiforme con retratos de las personas a las que se quería homenajear, inscripciones conmemorativas y laudatorias e imágenes simbólicas y emblemáticas en sus dos caras. Muy pronto, los papas y los otros soberanos temporales se dan cuenta de su potencial y acaparan su emisión. Solo los gobernantes o las grandes figuras tienen su sitio en el campo metálico de la medalla. Los reyes europeos regalarán sus medallas con sus retratos, a veces colgando de cadenas de oro, como se reparten gracias o se ofrecen obsequios diplomáticos», inició el recipiendario su argumentación.
Tras repasar de forma sucinta los ejemplos anunciados, el académico señaló cómo a partir de los años 30 del siglo pasado este modelo de la medalla como signo de distinción y prestigio pierde definitivamente el carácter originario de modernidad y deviene un modelo conservador. «El desgaste del régimen de la Restauración y la caída de la monarquía son determinantes para arrastrar al final el sistema de proyección de las recompensas industriales y obligar a repensar las estrategias publicitarias y de ‘branding’. Se abre un proceso en el que algunas marcas actualizan su publicidad y abandonan las medallas, mientras que otras las consagran como un elemento clásico de la marca que, en algunos pocos casos señeros, han permitido su perduración hasta la actualidad como el legado de una época», concluyó.
Estrada es conservador jefe del Gabinete Numismático de Cataluña, miembro de la Junta Directiva de la Sociedad Iberoamericana de Estudios Numismáticos y cónsul general honorario de Eslovenia en Barcelona. Ingresó como académico correspondiente de la RAED con el discurso «Los cónsules de Ultramar y Barcelona», en el que destacaba la importancia de la ciudad en la diplomacia a lo largo de la historia. Desde su cargo en el Gabinete Numismático de Cataluña, organiza el Curso de Historia Monetaria Hispánica, que se celebra anualmente en el Museo Nacional de Arte de Cataluña y que ya ha alcanzado su vigésima quinta edición. Ha coordinado, asimismo, las últimas ediciones del Seminario de Historia Monetaria de la Corona de Aragón, así como el curso «El metall de la moneda: fabricació, caracterització d’aliatges i conservació-restauració», una actividad de marcado carácter divulgativo abierta al público en general.