Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y de la Real Academia de Farmacia de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), apela a la asistencia primaria específica al adolescente como mejor mecanismo de prevención de problemas y patologías habituales como la anorexia, el fracaso escolar, la drogadicción y la depresión. Asimismo insiste en la importancia de integrar a la familia, la escuela y al pediatra en las estrategias de salud juvenil. El académico hace esta reflexión en sendos artículos publicados por «El Diario del Alto Aragón» y «Diario de Huesca» a raíz de una conferencia sobre la materia que impartió el pasado 13 de noviembre en el Colegio Oficial de Medicina de Huesca.
Para el experto, el pediatra es el especialista más adecuado para abordar las necesidades de salud juvenil, especialmente en la prevención y detección temprana de patologías psicosociales y problemas asociados como el consumo de drogas y el fracaso escolar. Sin embargo, Callabed señala que los sistemas sanitarios suelen perder de vista a los adolescentes a partir de los 14 años, justo cuando enfrentan un momento crucial para su desarrollo mental y emocional. Subraya que los jóvenes necesitan espacios propios en los centros de salud y estrategias integrales que incluyan al pediatra, la familia y la escuela. Este enfoque busca un equilibrio entre prevención, diagnóstico y tratamiento.
El académico menciona modelos exitosos como el de Stanford, donde la atención integral a adolescentes abarca aspectos físicos y psicosociales. Sin embargo, lamenta que en España, aunque se han dado avances en formación pediátrica, aún queda mucho por hacer para implementar este enfoque de manera generalizada. Según Callabed, la preparación en salud mental y adicciones debe ser una prioridad en la formación de pediatras. El presidente del Club de Pediatría Social advierte, asimismo, que los adolescentes de hoy enfrentan mayores riesgos que generaciones anteriores debido a factores como el acceso a sustancias adictivas, el auge de juegos peligrosos y el impacto de las redes sociales. El alcohol, destaca, es la droga más dañina estadísticamente para los jóvenes. También señala que el consumo de marihuana está vinculado a riesgos de psicosis y reducción de la esperanza de vida. Callebed incide en que las redes sociales y las nuevas tecnologías también pueden contribuir al acoso escolar y adicciones a videojuegos, afectando a un segmento significativo de adolescentes.
Para prevenir estos riesgos, el experto señala que la familia y la escuela son aliados indispensables en el bienestar del adolescente y aboga por controles de salud anuales que incluyan evaluaciones del entorno familiar, escolar y social. Además, destaca la importancia de la confidencialidad en la relación pediatra-adolescente, combinada con un diálogo abierto con los padres. Para Callabed, es crucial informar a la sociedad sobre los riesgos que enfrentan los jóvenes, pero sin generar miedo. Y lanza un mensaje a modo de conclusión: la colaboración entre sistemas sanitarios, educativos y familiares puede mejorar significativamente la calidad de vida y la salud mental de los adolescentes.