Joaquín Callabed
Presidente del Club de Pediatría Social, magister en Bioética por la Universidad Complutense de Madrid y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED)

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), coordinó y presentó la jornada «La Bioética aplicada a la infancia y la adolescencia», que se celebró el pasado 23 de noviembre en la Sala Montserrat Caballé del Círculo del Liceo con la organización del Club de Pediatría Social y la colaboración de la Sección de Ciencias de la Salud de la RAED, de la que el propio Callabed es vicepresidente. La sesión contó con la participación de los expertos en la materia Jeanette Ojeda, doctora en Marco Estratégico de Empresa de la Universidad de Barcelona y fundadora y directora de la Fundación Red Sanfilippo en México; Carme Tello, doctora en Psicología, profesora de la Universidad de Lleida, presidenta de la Asociación Catalana de la Infancia Maltratada y de la Federación de Asociaciones para la Prevención del Maltrato Infantil y miembro del Patronato de la Fundación Ferran Angulo, y Francisco José Cambra, doctor en Medicina, jefe de servicio de la UCI pediátrica del Hospital Sant Joan de Déu de Barcelona y profesor del Instituto Borja de Bioética.

Joaquín Callabed

Dr. Joaquín Callabed

Los ponentes reflexionaron sobre tres temas específicos vinculados a su dedicación, exponiendo sus propias experiencias en las ponencias «Una madre en acción ante el síndrome de Sanfilippo», «Vinculación Materno-Infantil en el embarazo de una adolescente» y «Decisiones bioéticas en UCI pediátricas». Joaquín Callabed presentó el trabajo «Introducción al concepto de Bioética» y dio paso a un interesante debate sobre los límites y atribuciones del personal sanitario en la toma de decisiones que trasciendes sus ámbitos de trabajo habituales. «La Bioética se define como la salvaguarda de la prudencia y responsabilidad para épocas difíciles, para las circunstancias que amenazan a lo humano y reflexiona sobre los avances científicos y por la repercusión de las últimas tecnologías que se han desarrollado sobre el origen de la vida (herencia, manipulación genética, clonación, reproducción asistida, anticoncepción, derechos del menor…) y también al final de la vida (soporte vital, redefinición de la muerte, trasplantes, ingresos en unidades de cuidados intensivos…)», señaló el académico en el artículo «Bioética y deliberación», publicado a través de los canales de comunicación de la RAED.

«La Bioética (bios: vida, ethos: valores) es una nueva disciplina fundada por el bioquímico estadounidense Van Rensselaer Potter en 1970 que nace a raíz de graves escándalos de experiencias científicas con mala praxis. Existen antecedentes en Nuremberg (1947) y Helsinki (1964). Es una disciplina laica. La Bioética es un puente entre la ciencia y los valores y opina y delibera sobre las decisiones técnicas de las ciencias en investigación científica, principio y fin de la vida, aborto, trasplantes de órganos, clonación, cuidados paliativos, limitación de esfuerzo terapéutico, estatuto de células embrionarias… buscando la solución más prudente en clima pluridisciplinario e interdisciplinario», se señaló en la jornada.

Sobre esta misma materia, la Real Academia organizó el pasado 28 de octubre el debate «Quimeras hombre-mono: mito, realidad y bioética», que tuvo un gran seguimiento e impacto académico. La sesión contó con la participación de Maria Àngels Calvo, catedrática del Departamento de Anatomía y Sanidad Animal de la Universidad Autónoma de Barcelona y académica de número y vicepresidenta de la RAED; Nuria Montserrat, investigadora de la Institución Catalana de Investigación y Estudios Avanzados (ICREA) y del Instituto de Bioingeniería de Cataluña y académica de número de la RAED; Joan Francesc Pont, catedrático de Derecho Financiero y Tributario de la Universidad de Barcelona y académico de número de RAED; Ramón-Ricardo Vidal y Plana, académico correspondiente de la RAED, y el propio Callabed.