Francisco López Muñoz, profesor de Farmacología y vicerrector de Investigación, Ciencia y Doctorado de la Universidad Camilo José Cela y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), reflexiona sobre la revalorización del título de doctor en el artículo «Doctorado. El elemento educativo de prestigio busca su lugar en las empresas», publicado el pasado 22 de junio en un especial del diario «ABC» dedicado a la educación superior y en el que participa como uno de los expertos consultados. Todos ellos abordan el actual papel del doctorado en el ámbito laboral a tenor del éxito y prestigio que han alcanzado otros estudios de posgrado como los másteres.
«El doctorado constituye el más alto nivel académico que se puede alcanzar en la universidad. No se puede entender como un período de formación de posgrado al uso, ya que las competencias teóricas las traen los alumnos de sus estudios de máster oficial, requisito básico para poder acceder a estos programas de tercer ciclo», señala el académico, distinguiendo las claras diferencias de concepto entre las enseñanzas que ofrecen los docentes universitarios y la investigación que realiza el doctorando con apoyo de estos mismos docentes.
Para López Muñoz, el valor del reconocimiento de doctor, por lo tanto, no es otro que el de la investigación. «Los doctorandos se consideran investigadores en formación que deben adquirir unas competencias muy específicas y desarrollar una serie de cualidades y habilidades muy ligadas a la investigación, como son la planificación, la constancia, la iniciativa, la motivación, la resiliencia, la superación o el trabajo en equipo», añade.
Diversos informes señalan que el doctorado está vinculado a los empleos de alta capacitación y que apenas hay desempleo entre los poseedores del título de doctor. Incluso la Organización para la Cooperación y el Desarrollo Económicos destaca la escasez que se da hoy en día en el mercado laboral de profesionales con esta titulación, si bien López Muñoz refiere específicamente la necesidad de candidatos con los denominados doctorales industriales, dada la importancia fundamental que la empresa está dando a la innovación. No obstante, los datos aún dejan claro que el destino laboral de los doctores sigue siendo la docencia, ya que apenas un 6% de los titulados trabaja en otro ámbito, según el último Informe de Investigación e Innovación en España y Portugal realizado por el Observatorio Social de la Fundación La Caixa.