José Luis Bonet, presidente de la Cámara de Comercio de España y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), inauguró el pasado 22 de marzo la I Cumbre Internacional Agroalimentaria, celebrada en Barcelona bajo la organización de la Fundación Instituto Cameral para la Creación y Desarrollo de la Empresa (Incyde), que él mismo preside. El acto contó también con la presencia de Luis Planas, ministro de Agricultura, Pesca y Alimentación, y -en remoto- de Janusz Wojciechowski, comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural.
La inauguración la completaron Álvaro Porro, comisionado de Economía Social, Desarrollo Local y Política Alimentaria del Ayuntamiento de Barcelona; José Miguel Herrero, director general de la Industria Alimentaria del Ministerio de Agricultura, Pesca y Alimentación; Francisco Martínez Arroyo, presidente de la Fundación Mediterránea; Maria Eugènia Gay, delegada del Gobierno en Cataluña; Carmel Mòdol, secretario de Alimentación del Departamento de Acción Climática, Alimentación y Agenda Rural de la Generalitat de Cataluña; José Pío Beltrán, presidente de la Fundación Triptolemos, y Eva Menor, presidenta del Área de Desarrollo Económico, Turismo y Comercio de la Diputación de Barcelona.
Bonet destacó el trascendental papel de una cita que, en su primera edición, es ya un referente en el sector al congregar a 800 ponentes de más de 25 países. «Debemos destacar el valor del sector agroalimentario español como dinamizador social, generador de empleo, crecimiento e innovación, que en el año 2021 empleó a 2,3 millones de personas. Su innegable valor estratégico se debe tanto al punto de vista económico como a sus implicaciones sociales y medioambientales. Se trata de un sector que debe adaptarse a un nuevo contexto de incertidumbre y de constante cambio y dar respuesta a los desafíos del futuro. Esta cumbre es un paso hacia adelante para lograr estos objetivos», señaló.
Planas, por su parte, avanzó que en los últimos doce meses España ha realizado exportaciones por valor de 68.000 millones, con lo que se sitúa como cuarto país exportador del mundo, reflejo de su solidez y modernidad. «Entre los desafíos a los que se enfrenta el sector destaca la necesidad de impulsar sistemas sostenibles de economía circular, el relevo generacional para incorporar capital humano a un sector que tiene futuro como generador de empleo y de riqueza y la necesidad de abordar la innovación y la digitalización», afirmó.
Finalmente, el comisario europeo de Agricultura y Desarrollo Rural destacó el esfuerzo de la Unión Europea para liderar el fomento de sistemas alimentarios justos y sostenibles mediante acciones de estrategia de la granja a la mesa. «La Comisión Europea ha fijado grandes ambiciones políticas para fortalecer nuestros sistemas alimentarios. Sin embargo, las ambiciones políticas no bastan, lo que importa es cómo convertimos estas ambiciones en acciones, y esto implica un trabajo compartido en toda la sociedad», dijo.