
Dr. Joaquín Callabed
Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y de la Real Academia de Farmacia de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores (RAED), comparte con la comunidad académica una nueva serie de artículos dedicados a la vida, la obra y el legado del pintor Francisco de Goya, en esta ocasión vinculados a sus vínculos con su Aragón natal. Se trata de «Las pinturas de Goya en Zaragoza», «Goya en el Palacio de la Aljafería», «Maestros de Goya en Zaragoza» y «Cómo la infancia y la educación marcaron a Goya», publicados entre los pasados 24 de abril y 25 de julio en la sección «Lectores expertos» de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa. Anteriormente, el experto había dedicado al pintor, también en «La Vanguardia», las publicaciones «‘La familia de Carlos IV’, según el pincel de Goya», «Goya en la ermita de San Antonio de la Florida», «La alargada sombra de Goya en España», «La influencia de Francia en Goya», «Goya en el Museo de Lázaro Galdiano», «La medicina en la pintura de Goya», «Los juegos infantiles en las pinturas de Goya», «Las críticas de Goya a la pedagogía», «Las críticas de Goya a la guerra» y «Goya y la familia del Infante Luis de Borbón».
En «Las pinturas de Goya en Zaragoza», el académico de la RAED realiza un amplio repaso la obra del pintor aragonés que puede verse en la capital, destacando el «Coreto» o «Pequeño Coro» de la basílica del Pilar y el conjunto de obras de la Cartuja del Aula Dei. «El primer encargo es el ‘Coreto’ del Pilar o ‘Pequeño Coro’ (1771-1772). Posteriormente a su regreso de Italia le encargan las pinturas de la Cartuja Aula Dei (1773-74), donde comienza a desplegar su maestría ante las grandes composiciones que, según el historiador José Gudiol, estos extraordinarios murales son ‘una de las obras maestras de la pintura española de todos los tiempos'», explica al inicio de un artículo en el que enumera y comenta una amplia serie de obras.
Por su parte, en «Goya en el Palacio de la Aljafería», el presidente del Club de Pediatría Social recuerda que la sede de las Cortes de Aragón acoge, hasta finales de año, una exposición de 62 obras de Francisco de Goya. «En la actualidad, la Aljafería acoge la exposición ‘Goya. Del Museo al Palacio’. La muestra exhibe 62 obras del artista y está ubicada en área histórica del palacio hasta el 31 de diciembre de este 2025. La obra de Goya en Zaragoza custodiada en el Museo de Zaragoza cambia de lugar durante algunos meses de su ubicación inicial, ya que el museo está sometido a remodelación. Aquí Goya se muestra como un creador de belleza cuyo genio es capaz de manejar la emoción y explicar la complejidad de su mundo interior y abrir nuevos horizontes pictóricos en la historia del arte», detalla.

Francisco de Goya
Callabed dedica «Maestros de Goya en Zaragoza» a las figuras, prácticamente desconocidas, de José Luzán y Martínez y Francisco Bayeu y Subías, quien facilitó al artista su introducción en la Corte. «En Zaragoza, Goya cursó estudios en el colegio de los Escolapios con su amigo Martín Zapater. Su padre tenía un taller de dorador en la ciudad. La reconstrucción del templo del Pilar dirigida por Ventura Rodríguez supuso una afluencia importante de artistas. Goya disfrutó de la amistad de amigos y patronos. Tuvo dos maestros de gran nivel: José Luzán y Martínez y Francisco Bayeu y Subías, que llegaría a ser su cuñado y le facilitó su introducción en la Corte de Madrid. La familia de Goya vivía entre Fuendetodos y Zaragoza», afirma el autor.
Finalmente, en «Cómo la infancia y la educación marcaron a Goya», el experto aborda los primeros años de la vida del artista. «Según los antiguos del lugar, Francisco de Goya (1746-1828) era travieso e inquieto durante su infancia. En Fuendetodos le gustaba dibujar figuras en paredes y papeles. Tenía 12 años cuando pintó en la puerta de las Reliquias de Fuendetodos ‘La Venida de la Virgen del Pilar’. Esta pintura fue su primera obra. Autores como Bernardo Iriarte y Laurencio Matheron, primeros biógrafos de Goya, nos aportan datos importantes de su biografía infantil y juvenil», comienza Callabed su explicación.