Dr. Joaquín Callabed

Dr. Joaquín Callabed

Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presenta ante la comunidad académica algunas de las últimas reflexiones que ha realizado a través de la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa, en los artículos «La poderosa voluntad del doctor Ballabriga», «El secreto para confiar en ti», «La psicología en el desarrollo de los adolescentes», «El maltrato infantil de la carencia afectiva», «Síntomas y trastornos de la carencia afectiva», «La necesaria estimulación infantil» y «La ciencia desacreditada», publicados entre los pasados meses de julio y septiembre en la sección «Lectores expertos».

En «La poderosa voluntad del doctor Ballabriga» el presidente del Club de Pediatría Social recupera la figura de uno de los pediatras de referencia en España, tanto en el ámbito facultativo como en el docente e investigador. «El doctor Ballabriga se proyectó al mundo pediátrico como director del Departamento de Pediatría del Hospital Vall d’Hebron de Barcelona y como catedrático de pediatría de la Universidad Autónoma de Barcelona. Gran investigador con reconocido prestigio internacional. Medalla de oro de la Asociación Internacional de Pediatría y doctor Honoris Causa por las universidades de Valladolid y Lisboa. Siempre me pareció un colega vibrante, recto, brillante, con palabras justas y con autoridad, que como decía Xavier Zubiri, ‘no es intervenir mandando sino mover a realizar lo que debe realizarse con solo decirlo’. Se consideraba tremendamente independiente y le resultaba difícil adaptarse a algunos hechos que en su entorno se consideraban normales», explica.

Por otra parte, en «El secreto para confiar en ti», el académico conecta el pensamiento del filósofo estadounidense Ralph Waldo Emerson, considerado padre del trascendentalismo, con las reflexiones que el también académico de la RAED Fernando Martínez-Pintor dejó recientemente en una entrevista en «La Vanguardia». «Me parece oportuno resaltar algunos pensamientos de uno de los padres de la literatura norteamericana, que conecta con las palabras del doctor Martínez-Pintor, a quien se los dedico. Medicina, poesía y filosofía no tienen puertas divisorias. Somos cuerpo y alma, dijo el clásico. Es mas fácil medicalizar que comprender, afirmó el maestro Léon Kreisler«, señala.

En «La psicología en el desarrollo de los adolescentes», Callabed lamenta la falta cultura sanitaria de la adolescencia, una franja de edad decisiva en la vida que ve como un pilar clave para progresar como persona. «Pediatra, familia y escuela deben ser tres ruedas que giren sincrónicamente. El pediatra es, en principio, la persona que, por su formación y profesión, atiende a los adolescentes en dificultad sin separar el cuidado del cuerpo, es decir, lo físico de lo mental y psicológico y de lo social, si bien en ocasiones será necesaria la colaboración de otros profesionales como psicólogos, psico-pedagogos, psiquiatras. El pediatra puede ser el coordinador y organizador de la salud del adolescente», considera.

«El maltrato infantil de la carencia afectiva» aborda la incidencia, cada vez mayor, de determinados problemas psicológicos y en contextos sociales y familiares. «Es una realidad contrastada que las consultas pediátricas revelan una alta incidencia de problemas de índole psicológica y en contextos sociales y familiares muy diversos. Por este motivo, junto a la exploración clínica clásica, puede ser conveniente abordar los aspectos psicológicos y valorar el entorno social donde el niño o la niña se desenvuelve. La Organización Mundial de la Salud ya dio la voz de alarma afirmando en 1970 que, a pesar de la elevada incidencia de trastornos psicológicos y sociales en niños y adolescentes, se prestaba una atención muy escasa a este tipo de problemas», reflexiona el experto.

Este mismo problema tan determinante como silenciado ocupa a Callabed en «Síntomas y trastornos de la carencia afectiva», donde hace referencia a los niños y niñas que sufren la privación de atención necesaria en la edad temprana. «La carencia afectiva es la situación en que se encuentra un niño que ha sufrido o sufre la privación de la relación con su madre o un sustituto materno y que padece el déficit de atención afectiva necesaria en la edad temprana. Puede manifestarse por negligencia y abandono o bien por rupturas como divorcio, hospitalizaciones repetidas mal atendidas, entre otras. La ausencia grave de estimulación afectiva por parte de los adultos que juegan un papel importante a nivel de relación afectiva, provoca síntomas clínicos que se expresan en trastornos somáticos, afectivos y conductuales», explica el académico.

Por su parte, «La necesaria estimulación infantil» está dedicado a la importancia de interactuar con los menores desde su más temprana edad para favorecer el mantenimiento, el desarrollo y la maduración de los sistemas neuronales. «La estimulación es esencial para el mantenimiento, el desarrollo y la maduración de los sistemas neuronales. Está demostrado que la privación precoz de alguna modalidad de aferencias puede afectar en gran manera los modelos de comportamiento ulteriores de la vida, al estar dislocada la organización neuroconductual. Todo el mundo está de acuerdo en admitir que la carencia de estimulaciones puede alterar el desarrollo del niño», explica el experto.

Finalmente, en «La ciencia desacreditada», Callabed aborda la figura del filósofo y sociólogo francés Jean-François Lyotard, formulador del posmodernismo en su obra «La condición posmoderna».  «Su discurso interdisciplinario incluye temas que abarcan la epistemología, la comunicación, el cuerpo humano, el arte moderno y posmoderno, la literatura y la crítica teórica, la música, el cine y la relación entre estética y política. Fue formulador del posmodernismo analizando el impacto de la posmodernidad en la condición humana. La posmodernidad considera que se ha superado el ideal que caracterizaba a la modernidad y la Ilustración», considera.