Albert Bosch
Catedrático de la Facultad de Biología de la Universidad de Barcelona, presidente de la Sociedad Española de Virología y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914

Entrevista publicada en el diario «La Vanguardia» el 26 de noviembre de 2020

Albert Bosch, director del Grupo de Virus Entéricos de la Universidad de Barcelona, presidente de la Sociedad Española de Virología y académico de número de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), aborda en una entrevista publicada en La Contra de «La Vanguardia» el pasado 26 de noviembre la larga convivencia de la sociedad europea con el coronavirus SARS-CoV-2, causante de la Covid-19, a partir de los exhaustivos estudios de las aguas residuales de Barcelona que viene realizando desde hace meses, así como el período que se abre tras la aprobación de las vacunas que deben inmunizar a la población y el complejo calendario y proceso de vacunación a nivel mundial.

Dr. Albert Bosch Navarro

Dr. Albert Bosch

«Dos PCR empleando dianas de la región de la polimerasa del virus nos salieron claramente positivas en una muestra de marzo del 2019. Y ahora un estudio en Italia ha demostrado la presencia de anticuerpos contra el SARS-CoV-2 en septiembre del 2019. Todo ello nos revela que el virus circula por Europa desde hace tiempo, aunque nunca dudamos de que su origen estuviera en China. Y me consta que la Organización Mundial de la Salud ha pedido a las autoridades chinas que le permitan buscarlo en muestras clínicas de sus aguas residuales», asegura el académico.

Para Bosch, no será la vacuna la que acabará con el coronavirus, sino una efectiva y global vacunación, como ya se ha demostrado con otras enfermedades víricas aparentemente erradicadas, pero aún presentes en países donde no se ha podido llevar a cabo una rigurosa campaña de vacunación. «Lo que frena el virus no es el descubrimiento de la vacuna sino la vacunación. Y las primeras vacunas tal vez no sean las mejores. En cuanto a la vacunación ya veremos si se cumplen los calendarios porque hay dificultades logísticas. Y para la vacunación hay que contar con factores geopolíticos y no sólo científicos. Por eso, sueño con liquidar pronto la polio. Fue una de las primeras pandemias contra la que luché aquí y era terrible. Destrozó muchas vidas y sigue presente en Pakistán y Afganistán», explica.

El académico alerta también sobre la mutación del virus que se produce en los visones y tiene muy claro que su sacrificio es necesario para evitar una nueva pandemia. «Las granjas de visones son una bomba de relojería, porque esos visones portan un virus con mutaciones de la cepa humana; y siempre que un virus salta de un huésped a otra especie la adaptación implica mutaciones al azar que pueden facilitar la adaptación y hacerlo más infeccioso», concluye.

 

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