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Jaime Jaume, doctor en Biología y director de Desarrollo de la Producción Agraria del Instituto de Investigación y Formación Agroalimentaria y Pesquera del Gobierno de las Islas Baleares, ingresó como académico de número de la Real Academia Europea de Doctores (RAED) durante una solemne ceremonia que se celebró el pasado martes, 7 de octubre, en Fomento del Trabajo, sede académica. El recipiendario leyó el discurso de ingreso «Insularidad y sostenibilidad en el sector agrario de las Islas Baleares». Le respondió en nombre de la Real Corporación el académico de honor y embajador extraordinario Ildefonso García Serena, decano emérito del Colegio de Marketing y Comunicación de Cataluña. La sesión pudo seguirse en streaming a través del canal de YouTube de la RAED, donde puede visualizarse.

Jaime Jaume

Dr. Jaime Jaume

El nuevo académico inició su intervención repasando la historia de las Baleares y los factores socioeconómicos que la han acompañado, destacando su tradición agrícola, el valor ambiental y los condicionantes que su insularidad ha supuesto en su desarrollo. Hasta el siglo XX, cuando el auge del turismo ha hecho que la economía balear se fundamente en el sector servicios y que su población dependa en buena medida de una actividad aún estacional. «Las islas están completamente tercializadas en su economía, con un PIB de más de 42.000 millones de euros, depende en un 84% de la construcción y de los servicios, vinculados fundamentalmente al turismo», explicó el ponente.

Jaume explicó cómo desde la firma del Acta de Adhesión de España a las Comunidades Europeas el 12 de junio de 1985, las distintas medidas de la política agrícola comunitaria, así como de las políticas agrarias españolas, no han sido capaces de frenar la caída de la rentabilidad de las explotaciones agrarias de las Baleares, lo que ha redundado en su crisis. «La tendencia inercial a la desaparición del sector agrario como sector económico es muy pronunciada y, sin embargo, la sociedad balear no puede permitirse este lujo ni social ni ambientalmente. La solución pasa por encontrar aliados dentro y fuera del sector agrario, sean públicos o privados», afirmó.

Para el recipiendario, esta alianza debe reducir los efectos negativos de los factores que determinan la insularidad y dar valor a los aspectos sociales y ambientales que la actividad agraria garantiza en las islas. «El reconocimiento de los valores ambientales y sociales que supone la actividad agraria corresponde a la sociedad, dando valor económico, precio, a dichos valores, bien en la compra diaria, bien a través de impuestos, con políticas públicas. Será fundamental este reconocimiento y el de los efectos de la insularidad en la negociación de la nueva política agraria común, que se adelanta difícil», consideró.

Entre las acciones que deben acompañar esta recuperación del sector agrario, Jaume destacó una mejora de la calidad de las aguas regeneradas para riego, la adaptación al cambio climático, la transición digital, la inteligencia artificial, la robótica y la automatización aplicadas al sector, el incremento de la eficiencia productiva, la conservación de la biodiversidad agraria, la adaptación al mercado y la dotación de infraestructuras de mejora del conocimiento agrario.

Vinculado a la Universidad de las Islas Baleares como profesor asociado desde el año 2004, Jaume imparte actualmente docencia en el Grado de Ingeniería Agroalimentaria y del Medio Rural y en el Máster de Ingeniería Agronómica. También ha colaborado en diferentes programas de este mismo centro y actividades de experimentación, investigación y formación relacionadas con la agricultura y la ganadería autóctonas de las islas

Discurso completo: Insularidad y sostenibilidad en el sector agrario de las Islas Baleares