El historiador mexicano Enrique Sada, colaborador habitual de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica diversos temas de la actualidad mexicana vinculados a su historia, reciente y lejana, en los artículos «El fraude del superpeso», «‘La chingada’ o el laberinto de Octavio Paz» y «Adiós a David Brading», publicados en el portal El Siglo de Torreón entre los pasados 12 y 27 de abril. El último artículo también se publicó en el diario digital Código Libre.
En «El fraude del superpeso», el analista critica la euforia con la que los medios cercanos al Ejecutivo de Andrés Manuel López Obrador han celebrado la revalorización del peso mexicano, sin que ésta tenga más que perjuicios para la balanza exterior del país y que, a su vez, no viene acompañada de un mayor poder adquisitivo de los mexicanos, sino todo lo contrario. «Lo que estos medios comprados o rebasados por su ignorancia omiten es que el ‘superpeso’ que tanto promueven no ha sido capaz de vencer a la ‘supergasolina’, que ronda los 30 pesos en lugar de los 10 pesos prometidos, ni a la ‘supercanasta básica’, que ha aumentado hasta 100% o más en sus insumos, ni tampoco a la peor inflación a secas que hemos tenido en los últimos 21 años», señala.
Por su parte, en «‘La chingada’ o el laberinto de Octavio Paz», Sada rememora la figura del reconocido escritor mexicano Octavio Paz y la que considera su gratuidad de considerar el mestizaje en el que se funda la sociedad mexicana, como tantas otras sociedades americanas, fruto de la pretendida superioridad europea. «‘La madre abierta, violada o burlada por la fuerza’ es doña Malinche, amante de Hernán Cortés, por lo que sus hijos son el engendro de la violación. Si la Malinche se ha vendido, ha traicionado a su gente, el mexicano no la perdona. Ha roto con su madre, ha perdido el vínculo. Cabe señalar que esta afirmación, tan gratuita como ramplona por parte del poeta, carece por completo de veracidad histórica y ni siquiera puede encontrársele algún tipo de conexión en torno a la misma, ya sea directa o paralela, en ningún autor pretérito dentro o fuera de la historia oficial«, afirma el historiador.
Finalmente, en «Adiós a David Brading», el colaborador de la RAED rememora la figura del historiador británico con motivo de su desaparición. «En un país como el nuestro donde la historia sigue siendo manipulada u omitida con tal de intentar legitimar regímenes y personajes criminales, sacrificando la verdad, Brading se sostiene como un gran ejemplo a seguir para la mayoría de los historiadores mexicanos a la hora de abordar los hechos sin bandererías políticas ni intereses mezquinos, y sobre todo: sin la cobardía de no poder decir o publicar abiertamente que el pasto es verde, como diría G.K. Chesterton«, afirma.