Joaquín Callabed, presidente del Club de Pediatría Social, académico correspondiente de la Real Academia de Medicina de Cataluña y académico de número y vicepresidente de la Sección de Ciencias de la Salud de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), comparte con la comunidad académica las últimas fotogalerías que ha publicado en la edición digital del diario «La Vanguardia», de cuya comunidad de lectores forma parte activa. Se trata de las entregas «Soy de la Cuesta de Moyano» y «Tras los pasos de Ramón y Cajal en Barcelona», donde aborda temas tan diversos como la Feria del Libro de Madrid y las librerías de viejo o la huella que dejó el premio Nobel de Medicina y Fisiología en Barcelona, donde desarrolló sus estudios sobre la neurona.
Con textos de la periodista Dafne Bos Riera y el propio Callabed, el académico propone un recorrido personal por la madrileña Feria del Libro, deteniéndose en la calle de Claudio Moyano, que conecta el paseo del Prado con el parque del Retiro. «La calle más leída de Madrid donde sigue viva la recomendación del librero que con oficio, memoria y corazón revela descubrimientos a los bibliómanos enfermos incurables. Claudio Moyano fue un político del siglo XIX que impulsó en 1875 la ley educativa más longeva de la historia de España. Hay que ir a Moyano a buscar un tesoro. Un lugar único en Europa donde la literatura es historia viva de la calle», explica junto a una serie de imágenes que reflejan bien ese ambiente de descubrimiento y fascinación que esconden los libros.
En «Tras los pasos de Ramón y Cajal en Barcelona», el académico introduce un tema que, por conocido, no deja ser una sorpresa para quienes no estén introducidos en la trayectoria de este pionero de la ciencia en España. Ramón y Cajal estudió en Zaragoza e investigó en el laboratorio especializado en neurobiología que él mismo creó en Madrid. Sin embargo, fue en Barcelona donde dio a luz a su doctrina de la neurona. Un año después de mudarse a la ciudad, en 1888, descubrió estas peculiares células y definió su funcionamiento dentro del sistema nervioso humano.
«La Real Academia de Medicina de Cataluña fue uno de los lugares que más frecuentó durante su estancia en Barcelona. Impartió clases durante cinco años. Al entrar a la academia, Ramón y Cajal paseaba cada mañana por delante de detalles como una estatua de Esculapio de Empúries, padre de la medicina», explica el propio Callabed en declaraciones recogidas por Bos Riera. «El hallazgo que le convirtió en una figura referente dentro de la medicina neurológica fue de puertas para adentro en su piso de la calle Notariat, 7. Fue uno de los domicilios en Barcelona y donde llevó a cabo los hallazgos que le supusieron el premio Nobel de Medicina sobre la conexión neuronal», relata Callabed acompañando sus palabras de imágenes de estos escenarios que forman parte de la historia de la ciencia española.