Dr. Francisco González de Posada (izquierda)

Dr. Francisco González de Posada (izquierda)

Francisco González de Posada, catedrático de Fundamentos Físicos de la Universidad Politécnica de Madrid y académico de honor de la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED), presenta a la comunidad académica el artículo «Iglesia y mundo en los entornos de las fechas significativas de san Isidro labrador: 1079, 1172, 1622», elaborado con motivo del cuarto centenario de la canonización del patrón de los hombres y mujeres del campo. Un estudio que incide en el llamamiento que, desde hace ya años, viene realizando el papa Francisco a la paz mundial en materia religiosa, apelando al expreso deseo de Jesús acerca de la conducta social esperada de sus discípulos: la unidad. Así lo ha demostrado el propio pontífice con su aproximación al mundo musulmán, tanto al suní como al chií, y con sus encuentros con Bartolomé I, patriarca ortodoxo de Constantinopla, y Kiril, patriarca de Moscú, en La Habana.

En su artículo, González de Posada hace una breve exposición cronológica de la vida de San Isidro y de los acontecimientos históricos religiosos de esa época, la Baja Edad Media, con la intención de invitar a la reflexión y seguir de este modo el hilo esperanzador del papa actual. San Isidro nació en un periodo marcado por la caída del califato con la estructuración de los reinos de taifas y la invasión almorávide que estableció, de hecho, una especie de nuevo imperio musulmán, el imperio almorávide sobre el territorio de la entonces muy dividida Al Ándalus. Al mismo tiempo tenía lugar un singular proceso de europeización de los reinos cristianos de la península ibérica que llevaría a la instauración del Camino de Santiago.

Nacido en el Mayrit (Madrid) musulmán, san Isidro fue un labrador mozárabe que estuvo posiblemente al servicio de la familia Vargas y de otros tantos señores terratenientes como Francisco Vera. Su trabajo como jornalero más mencionado por los biógrafos es a cargo de Juan de Vargas, y se realizó principalmente en el área de Madrid y alrededores. Se conocen algunos detalles de su vida por las alabanzas que indica un códice encontrado en la Iglesia de San Andrés en 1504. En este documento se referencian solo cinco milagros, y tres de ellos añadidos posteriormente a raíz de la tradición oral durante su proceso de beatificación por varios hagiógrafos. Pese a que aún no estuviese canonizado, los madrileños le rendían un culto desde el siglo XII que fue incrementándose rápidamente en siglos posteriores. Por ello, las autoridades eclesiásticas, municipales, la aristocracia madrileña y la corona real española encabezaron su proceso de canonización en el siglo XVI. Las festividades en su honor tienen lugar el 15 de mayo, por ser el día en el que parece ser que su cuerpo incorrupto se trasladó a la Iglesia de San Andrés.

González de Posada pone el énfasis en otros acontecimientos históricos que tuvieron lugar durante la vida de san Isidro Labrador y décadas más tarde, con el foco puesto en la absurdidad guerras como la Cuarta Cruzada con destino a Tierra Santa, exponiendo cómo los cruzados se dedicaron al saqueo absoluto de Constantinopla, de modo que ese momento ha pasado a la historia como la toma y saqueo de la metrópolis de la cristiandad ortodoxa y no de la recuperación de la capital actual de Israel. Con otras menciones a la Guerra de los Treinta Años (1618-1648), el catedrático pide que se analice la problemática político-social-religiosa que arrastra el cristianismo en pro de esa voluntad papal de evitar a toda costa más conflictos con las otras dos confesiones cristianas mayoritarias desgajadas del tronco inicial común.

González de Posada es ingeniero y doctor de Caminos, Canales y Puertos por la Universidad Politécnica de Madrid, licenciado en Filosofía y Letras por la Universidad Pontificia de Salamanca y licenciado en Ciencias Físicas por la Universidad Complutense de Madrid. Poseedor de ocho doctorados, ha impulsado y dirigido numerosos proyectos y estudios de diversas ramas del saber. Fue reconocido con la Medalla de Honor al Fomento de la Invención.

Es académico de número de la Real Academia Nacional de Medicina de España, de la Real Academia de Doctores de España y miembro de la Academia Mundial de Artes y Ciencias, académico correspondiente de la Real Academia de Bellas Artes de Cádiz, de la Real Academia de Bellas Artes de San Fernando y la Real Academia de Ciencias, Bellas Artes y Buenas Letras de Écija y académico de honor de la Academia de Ciencias Médicas de Cantabria, de la Real Academia de Cultura Valenciana, de la Real Academia de Medicina y Cirugía de Cádiz y de la Real Academia de Medicina de Canarias.