La Academia de la Diplomacia del Reino de España, institución con la que la Real Academia Europea de Doctores-Barcelona 1914 (RAED) mantiene un estrecho vínculo de colaboración, concedió el pasado 26 de mayo su Premio Embajador José María Velo de Antelo al papa emérito Benedicto XVI, otorgado a título póstumo. La solemne sesión de reconocimiento estuvo presidida por la Infanta Elena, quien hizo entrega del galardón al nuncio apostólico en España, el arzobispo Bernardito Auza, en presencia de un centenar de invitados con diplomáticos, cardenales y obispos en la sede de la Nunciatura Apostólica, en Madrid.
Instituido en memoria de no de sus fundadores y director de la Escuela Diplomática, José María Velo de Antelo, la Academia de la Diplomacia reconoce con este premio a figuras universales de gran repercusión internacional con eminentes trayectorias a favor de la libertad, la paz y la concordia entre las naciones, según figura en sus bases. Su Patronato está presidido por el embajador de España Eduardo de Laiglesia y del Rosal, marqués de Villafranca de Ebro. En su primera edición correspondió al activista polaco Lech Walesa, fundador de Solidaridad, el primer sindicato libre en el bloque del Este, y premio Nobel de la Paz. La escultura, en plata y mármol, que se otorga al premiado, ha sido diseñada y concebida por el prestigioso maestro sevillano Francisco Parra.
Fundada hace 25 años por un grupo de estadistas, embajadores y diplomáticos españoles como Javier Solana, Abel Matutes, Fernando Morán, Alonso Álvarez de Toledo, Fernando Arias Salgado, Carlos Fernández Shaw, Manuel Fraga, Ana Palacio, José Pedro Pérez-Llorca o Carlos Westendorp, entre otros destacados nombres, la Academia de la Diplomacia nació como institución abierta a personas de otras profesiones vinculadas con el mundo diplomático, las relaciones internacionales y el protocolo que pudiesen representar y difundir internacionalmente los valores de España desde su diversidad.
En su seno existen grupos de trabajo para el estudio y análisis de temas de interés histórico, cultural, económico y político relacionado con el mundo diplomático. La institución, además, organiza conferencias, cursos y seminarios cuando los acontecimientos internacionales así lo exigen. Sus académicos embajadores son consultados por diferentes instituciones y ministros en cuestiones relacionadas con el mundo de la diplomacia.